En este día es acaso cuando mejor me he dado cuenta de lo mucho que agradecen lo poco que les damos. El tener la iglesia abierta lo consideran como una deferencia al Camino y a todos los que la visitan y descansan un poco de su largo caminar.
Dicen que en algún pueblo tienen cerrada la iglesia. Al buen peregrino parece como si le faltara algo para completar con estas cortas visitas la idea que todos llevan en su interior, de hacer el Camino con el mayor aprovechamiento.
Como este año ha sido muy abundante en ciruelas, se han llevado algunas para que las tomen en el portal de la iglesia donde también se les sella su Compostela.
Este pequeño detalle es considerado digno de agradecer, expresándolo sinceramente.
Por una falta de previsión me encontré con la batería de mi cámara descargada y no pude hacer alguna foto.
Diego, Alex, Juan y Bernardo, jóvenes ciclistas que pasaron bien pertrechados de toda la electrónica moderna, suplieron mi carencia y nos sacamos una foto que han tenido la gentileza de mandármela por correo electrónico y que se lo agradezco poniéndola en mi blog.
Esta molestia de mandarme la foto no lo consideran suficiente, poniendo después de sus nombres “Pasaron por el Camino y dejaron su huella. Con ciruelas y la calidez de Modesto” ¡Gracias!
Nunca creí que este pequeño regalo sirviera para expresar la grandeza de ánimo que los peregrinos cultivan en su interior, y que muchas veces no pueden por menos de expresar.
Así se expresaba otra buena peregrina: “Unas ciruelas y un señor que nos acoge con cariño ¿Qué más podemos pedir? ¡Gracias!”B.Yepal.
Como pasan gentes con diferentes idiomas muchas veces no nos enteramos de lo que quieren. Ellos en cambio se fijan en nuestros detalles.
Casi todos expresan su opinión como Jose Luis: “La iglesia es sencilla, acogedora, fresca y buena para rezar y coger fuerzas ¡Ánimo a los vecinos y peregrinos!”
Esta molestia de mandarme la foto no lo consideran suficiente, poniendo después de sus nombres “Pasaron por el Camino y dejaron su huella. Con ciruelas y la calidez de Modesto” ¡Gracias!
Nunca creí que este pequeño regalo sirviera para expresar la grandeza de ánimo que los peregrinos cultivan en su interior, y que muchas veces no pueden por menos de expresar.
Así se expresaba otra buena peregrina: “Unas ciruelas y un señor que nos acoge con cariño ¿Qué más podemos pedir? ¡Gracias!”B.Yepal.
Como pasan gentes con diferentes idiomas muchas veces no nos enteramos de lo que quieren. Ellos en cambio se fijan en nuestros detalles.
Casi todos expresan su opinión como Jose Luis: “La iglesia es sencilla, acogedora, fresca y buena para rezar y coger fuerzas ¡Ánimo a los vecinos y peregrinos!”
1 comentario:
Hola Modesto,
Estos pequeños detalles son los que hacen tan especial el Camino: la fruta, las conversaciones en el porche de la iglesia,etc.
Bernardo estuvo todo el viaje recordando lo buenas que estaban las ciruelas de Moratinos.
Muchas gracias por todo
Diego (el ciclista pertrechado con los últimos avances tecnológicos)
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