El origen de este cultivo proviene de la India, país donde existen grandes cantidades de terrenos áridos en los que esta planta, de la familia de los cardos, aun con falta de lluvia, puede conseguir rendimientos superiores a otras oleaginosas que requieren terrenos más normales y un promedio de cuatrocientos litros de lluvia por metro cuadrado anuales.
Su ciclo vegetativo se puede considerar de ciento cuarenta a ciento setenta días después de su siembra, pudiéndose cosechar sin ningún acoplamiento especial en la cosechadora de cereales.
También nace con bastante rapidez produciendo bastantes hojas a nivel del suelo y empieza el crecimiento rápido de la raíz.
Posteriormente se produce el brote del tallo principal que al llegar a la altura media de treinta centímetros brotan las ramas laterales, cuyo número está determinado por el desarrollo del tallo principal.
De este salen de ocho a diez tallos laterales rematados por unas bolas espinosas que contienen de diez a quince semillas.
También, como el girasol, requiere una labor profunda de vertedera para que almacene la cantidad máxima de humedad que puede ser aprovechada por sus profundas raíces que pueden llegar a más de un metro de profundidad.
El principal enemigo del cártamo es el pulgón, teniéndose que combatir antes que llegue a las flores, que son muy sensibles a su ataque.
Si descontamos este contratiempo este cultivo es muy esclavo, resistente a la sequía y bastante susceptible a las heladas. Con su fuerte raíz aguanta bien los envites del viento y con sus bolas erizadas de fuertes espinas este año aguantó la caída de piedras del tamaño de avellanas que en el girasol sí se notaron algo.
Los precios dicen que son similares a los del girasol optando a ser su sustituto, ya que los análisis le son favorables tanto en la elaboración del diesel como en el consumo humano y la fabricación de piensos de animales.
Además de la facilidad para cosecharse, que ya he dicho, su siembra no necesita sembradora de precisión sino una normal de cereales.
Esta planta se ha defendido bastante bien aunque ha llovido bastante poco, como ha ocurrido también con los cereales que se han logrado porque la poca lluvia ha caído en el momento exacto que lo requería el desarrollo de las plantas, evitándose la perdida de superficie de las llamadas “frieras”,que en años de muchas lluvias se producen.
Este año no se puede precisar la producción ya que en el rastrojo han quedado las rodadas de cuando hubo que tirar el herbicida, con lo que la producción puede haber caído un quince por ciento, aun así es una cosecha aceptable.
Si en todo va parejo al girasol este año por los fuertes calores no se espera tampoco una gran cosecha pues el remate de la granazón y curación de la pipa va a ser deficiente.
Estos cultivos, que pudiéramos llamar modernos, seguirán sembrándose pues es otra alternativa a los cereales
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