viernes, 12 de julio de 2013

NORMALIDAD DE PEREGRINOS


                                                  

El pasado martes 10 de Julio de 2013 comenzamos la nueva campaña de apertura de la iglesia, con las mismas condiciones que en años anteriores.

En los primeros días de apertura se ha notado que el paso de peregrinos es más normal, sin las aglomeraciones del pasado mes de mayo, que pusieron a prueba la capacidad de los albergues.

Por el libro de firmas notamos que generalmente los alemanes, franceses e italianos pasan a primeras horas. Unos opinan que es debido a que tienen costumbre de madrugar, y otros a que temen al sol de España, al que no están acostumbrados.

En el primer día que me tocó el turno la que primero pasó fue una catalana de Barriouso que estaba en Escocia dedicada a la enseñanza de discapacitados. 

 Se lamentaba del problema y el esfuerzo que tienen que hacer para adaptarse a otra cultura. Me ofreció su fotografía a cambio de que la publicara en mi blog.

Luego saqué la foto a cuatro alemanas de las que siempre hay una que entiende el castellano y que hacen preguntas sobre la edad y estilo de la iglesia, sus imágenes y significado. 


También sobre la manera de subsistir con los productos del campo y la forma de producirlos. Y como siempre el misterio, para ellos, de vivir en un pueblo tan pequeño.

Luego pasó un peregrino de San Sebastián, que como el calor aprieta, el fresco de la iglesia les viene muy bien para contar cosas de su vida en la bella capital donostiarra, con su bella playa de la Concha y el monte Igueldo. 




 Comentando mis años decía que su madre de noventa llevaba ya nueve años en silla de ruedas con las facultades anuladas, constituyendo un grave problema para toda la familia.

Cuando aprieta el calor como en estos días pasados la sombra de los chopos podría servir de descanso a los peregrinos, pero como normalmente están junto a los ríos, son invadidos por multitud de mosquitos que penetran en los oídos y por más que se les espante, están dispuestos a alimentarse a costa de todo ser viviente, que se acerque a sus dominios.

Por esta causa muchos peregrinos que vienen sudando, tan pronto llegan, se quitan la mochila dejando ver en su humedecida espalda los puntos de apoyo de ella. Están estos  puntos anatómicamente bien distribuidos, siendo su apoyo principal las caderas con dos envolturas laterales que sujetan más de media cintura. Se unen con una franja estrecha de apoyo en la columna vertebral, que se une a otra trasversal apoyada en los omoplatos, clavículas y hombros.




 Para que no se mueva la mochila de estos puntos de apoyo llevan una serie de correas regulables, que, una vez convenientemente abrochadas, convierten a la carga en una parte más del cuerpo.

Sus muchos departamentos facilitan  que lleven cada cosa en su sitio correspondiente, pero a veces sobrepasan su peso y volumen, haciendo un fuerte contraste en especial cuando lo llevan personas de baja talla.

Alguna vez he intentado ayudar a ponérselas y en algún caso rehúsan la ayuda cortesmente, pues dicen que con la costumbre les parece que quedan mejor instaladas con un movimiento acompasado de brazos y espalda, que tienen ya muy ensayado.


De todas las maneras el paso de peregrinos no deja de ser un aliciente para conocernos mejor, pues la comunicación fluye de ambas partes en beneficio mutuo.   

1 comentario:

Angel dijo...

Enhorabuena por el blog otra vez, hacia mucho que no leía ninguno de sus artículos, pero veo que me pierdo una joya.
Saludos