PEREGRINO BOTÁNICO

El día 19 de Julio abrí la iglesia a las ocho treinta. Fue un día diferente, pues ganaron en madrugar los españoles a los de otras naciones.

A primera hora pasó un peregrino que se llamaba Gumersindo Muñoz García, de Albacete. Llevaba un ramo de tomillo en la boca con el que perfumó el ambiente del portal de la iglesia.

Viendo su buena disposición para el diálogo, le pregunté donde había cogido el ramo de tomillo y me dijo que junto al camino y muy próximo a Moratinos, acaso el mismo lugar donde mi mujer y yo cogemos algunas veces, cuando paseamos, por el buen olor que tiene.

Como buen aficionado a las flores me dijo que en su tierra llaman a esta planta “mejorana” y lo que llaman “tomillo” es algo más alto y la flor más pequeña.

Esta faceta de la botánica que no había descubierto en los peregrinos del Camino, puede ser sin duda una atracción más, pues en este tiempo, al aficionado observador se le ofrece un amplio muestrario de flores autóctonas que tachonan el Camino.

Con su buena perspicacia notó al lado del hostal de Moratinos una plantación de "lavanda” que allí llaman “espliego” que tiene mejor olor, aunque lavanda tiene los tallos más altos más propios para cercas.

La “retama” que bordea el Camino está en plena floración, con un olor que despide muy penetrante, que si abusas de él, parece que te embriaga.

Tampoco en esta flor coinciden los nombres pues allí la llaman “hiniesta”, también de gran perfume y mayor flor.

Este buen aficionado es técnico de sonido, trabajador en conciertos y demás facetas musicales. Piensa hacer el Camino desde Logroño a Ponferrada y seguir el resto en otra ocasión.

Luego pasó Miro, diminutivo de Argimiro, natural de Vedra, un pueblo a veinte kilómetros de Santiago. De joven emigró a Cataluña y tuvo dos hijos, que se han casado en el extranjero. Al morir su mujer y verse solo, vuelve a sus orígenes en el pueblo que le vio nacer.

Anoche la pasó en Carrión y ha llegado cansado a Moratinos por el largo páramo recorrido, por lo que piensa quedarse a descansar en el albergue de Bruno.

Como buen gallego entiende que debe saber las muchas leyendas que existen sobre Santiago. No tuvo inconveniente en relatarme una de ellas titulada “Pico Sacro y la reina Lupa”

De todas las montañas que rodean Santiago la que más sobresale es el llamado Pico Sacro. Su cima está partida por un pasillo donde dicen que tenía su palacio la reina Lupa.

Cuando los discípulos de Santiago pidieron un carro con bueyes para trasportar el cadáver del santo, la reina les entregó dos toros bravos, que al ser uncidos al carro se volvieron mansos, y así enterraron al apóstol en el Campus Stellae.

Dos peregrinos que pernoctaron en el hostal de Daniel y que pasaron unos días con nosotros dejaron esta dedicatoria.

Camil y Magda han venido de Tarragona hasta Moratinos y marchan a casa muy contentos por el trato recibido de las gentes de Castilla-León, y sobre todo por la maravilla de sus paisajes. Gracias.

Dichoso el Camino de Santiago que cada día nos descubre una nueva faceta de sus peregrinos..