sábado, 25 de junio de 2016

COSECHA DEL 2016: BUENA, PERO MENOS


Como ya conté, la primavera pasada ha sido abundante en lluvias y este exceso ha propiciado algunos problemas que quiero detallar.
Según se temía hubo un ataque de hogos que fue tratado en tiempo y con los tratamientos que recomiendan. 



No obstante han quedado unos corros de color amarillento, cuyas espigas con la lista hacia arriba denotan que el grano no existe o tiene una considerable perdida de granazón, que puede verse agravado por los días muy calurosos que pronostican.


A simple vista parece muy buena la marcha de los cereales con lo que los pronósticos oficiales y de los almacenistas se han desbocado, no sé si por estar en periodo electoral los primeros o porque a los segundos les interesa bajar más los precios, que ya llevan hundidos desde hace ya medio año.


Esto puede hacer verdad el dicho muy antiguo y sabio que en este voluble oficio de labrador no se puede asegurar nada hasta que el grano no está en la panera.


Otro perjuicio no pequeño ha sido que el exceso de precipitaciones ha propiciado el desarrollo descomunal de toda clase de plantas parasitarias, que para eliminarlas y preparar las fincas para el cultivo del girasol ha hecho falta tratarlos con un herbicida total. Esto unido a que se suele tirar otra dosis después de la siembra para que no salga forraje.
Con esto, además del gasto que representa, no puede ser bueno pues los residuos que quedan en la tierra contribuyen a que poco a poco se vayan perdiendo muchos de los cultivos que hace pocos años, daban aquí buenos resultados.
Parece que el método antiguo de quitar el forraje con una o dos manos de grada ya no sirve y con el uso de herbicidas se quita a la tierra el aporte del oxigeno del aire y la destrucción de muchas plagas por la acción solar.
Como prueba irrefutable del empobrecimiento de la tierra tenemos el cultivo de cereales ecológicos en el que se exige no tirar ninguna clase de abonos ni nitratos como se hacía en mis primeros años de labrador.
Según parece el uso masivo de abonos químicos y nitratos, ha forzado a la tierra a darnos los buenos resultados actuales, pero a costa de dar en los ecológicos una producción mucho menor a la que se lograba antes también sin abonos químicos, y se estima que para que la tierra vuelva a coger su estado natural, han de pasar muchos años.
Tampoco para la fruta va a ser el mejor año, pues parece que con tanto agua el cuajado de la flor fue muy deficiente, con lo que se está cayendo la poca que había.





De todos los frutales de la huerta solo destaca la mucha cantidad de brevas de las higueras. Acaso sea porque estos frutos en sí mismos no son más que una floración especial dentro de un receptáculo carnoso donde las flores se convierten en pepitas cubiertas de un jugo muy sabroso.


Como algo positivo podemos dar la enorme explosión que han tenido todas las variedades de flores silvestres, que no faltándolas humedad han rellenado todos los ribazos de los caminos formando un hermoso tapiz multicolor, del que muchos peregrinos del Camino de Santiago han sacado buenas fotografías.


Un nogal que tengo en la huerta parece que ha sufrido también por el exceso de humedad pues se han caído casi todas las nueces que parecían ya formadas. 



Creo que se debió que cuando salieron las flores machos la humedad no las dejó soltar el polen que necesitan las flores hembras que por medio de unas estigmas muy desarrollados conforman el principio de la nuez. En este caso al no estar polinizadas no pueden seguir creciendo. 
Las flores de casa han tenido una floración normal y así lucen sus colores.



Esperemos que estos días cruciales para la maduración de los cereales no suban las temperaturas y se logre una cosecha apañada, y que los precios en el mercado no sigan su marcha descendente.          

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