Al finalizar las excursiones de día completo se notaba un ambiente de cansancio por ser demasiado amplio el conjunto de visitas realizadas. Las excursiones de medio día resultaban más llevaderas por tener en el hotel un tiempo de descanso.
Quizá debido a muchas adjudicaciones tardías de plazas por renuncia de las sorteadas, haya sido la causa que a los de Palencia nos haya tocado rellenar con trece y seis plazas dos autocares diferentes que se completaron con los de Ávila.
Esto que a simple vista no parece tener importancia, sí la tiene, pues en principio coarta la libertad del diálogo que se establece más pronto.
Como apoyo a esto diré que delante de los asientos que ocupábamos nosotros en el autobús teníamos de compañeros al lado derecho un matrimonio de Ávila y al izquierdo otro de paisanos nuestros Calixto y Carmen, residentes en Calzada de los Molinos, pueblo cercano al nuestro.
Por descontado que el trato con nuestros paisanos fue desde el primer día muy franco y efusivo. En cambio con los de Ávila, que fueron correctos en todo momento, no se estableció ese trato familiar que necesitamos los jubilados para contarnos nuestras vidas, hasta dos días antes de finalizar la excursión.
Victorino y Cecilia matrimonio también de un pueblo que dista de Moratinos unos seis kilómetros, Población de Arroyo. Aunque iban en el autobús que llevaba solamente seis palentinos,enseguida nos conocimos y pasamos buenos ratos preguntando por muchos conocidos de nuestros pueblos, comentando temas comunes de nuestro quehacer en el campo.
Esperamos que este encuentro nos sirva para continuar nuestra amistad,que extendemos a sus jóvenes hijas, que conocimos en Palencia. Con mucho afecto ofrecimos nuestra casa a estos dos matrimonios paisanos,con los que hemos pasado una semana juntos disfrutando de estas vacaciones.
Con mucho celo nuestra cuidadora Julia nos atendió en muchos desplazamientos, echándose en falta que la guía local no nos acompañó muchos días en los que podíamos haber convertido las tediosas horas de autobús.
Agradezco a Julia su buen deseo de que me saliera bien el resumen de los apuntes que me veía coger todos los días. Aquí tiene la prueba para que lo juzgue. El hotel Puente Real no anda muy sobrado de actividades culturales. Tengo observado en los muchos años de mi jubilación, que cuanto mayor es el hotel menos atención se tiene en esto. Se da por sentado que a los turistas extranjeros sólo les interesa el buen plato y tostarse con avaricia con nuestro sol. No se tiene en cuenta que acaso la mitad de su clientela, sobre todo en esta época,nos interesan otras cosas que no son tomar el sol puesto que lo tenemos en abundancia en nuestros pueblos.
También me he dado cuenta que cada vez se aprovechan menos las aptitudes que tienen muchos mayores para cantar, recitar y contar chistes con la gracia especial que muchos tienen. Un señor de Ávila nos lo demostró con creces y todos se lo agradecimos.
Este fenómeno no sé si se debe al pensamiento juvenil, que con esnobismo nocivo nos quieren contagiar, o a la pereza de los animadores para organizar toda clase de competiciones de juego de salón novedosos y organizar, como antes, verdaderas veladas culturales,que se hacían con preferencia la última noche de estancia.
En los hoteles del norte, como los de Galicia, Asturias y Santander, menos contagiados del frenético avance turístico, quizá están más atrasados en las nuevas técnicas que se han implantado en toda la costa mediterránea, pero conservan un no sé que del ambienteque se respiraba antes en estos establecimientos.
Con estos razonamientos quizá alguno me quiera catalogar como antiguo pero nada más lejos de la realidad pues con mis ochenta y tres años de edad afronto el escribir un extenso blog en internet con ilusión juvenil.
Cuando nos llegan los datos de personas que visitan este blog, tanto mi mujer como yo casi no podemos creer que tengamos un promedio de cincuenta lectores diarios, que en la mayoría de los casos se quedan en la cómoda postura de lectores. No falta quien pone algún comentario que compensa nuestro trabajo agradeciéndolo de veras.
Somos conscientes de nuestras limitaciones tanto técnicas como literarias. Las primeras se deben a que por vivir en un pueblo tan pequeño, no tenemos línea adecuada en el teléfono. En cuanto a las literarias las suplimos con nuestra buena voluntad de agradar a los lectores y con vuestra benevolencia seguiremos escribiendo de nuestras Vivencias en Moratinos
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