PEREGRINOS VARIOS

  

Al cerrar el turno el día 19 llegaron estas dos ciclistas con camisetas muy vistosas tanto en la espalda como en la delantera y accedieron gustosas a que les sacara estas dos fotografías.

La coquetería femenina debe ser igual en todo el mundo de lo que dieron fe estas dos bici-peregrinas, de Australia. 

Pasaron después dos peregrinos en pareja. Ella se llama Maria Alice de Jesús, de Portugal y él Adolfo Serrano, de Aranjuez. 

Decían que había muy pocas iglesias abiertas y a la nuestra la catalogaban entre moderna y antigua.

Muy bien les parecía el camerino de San Roque y el altar de la Virgen del Rosario.

Como muy sabedores de la historia de San Roque sabían esta letrilla “El perro de San Roque no tiene cola porque se la ha comido la caracola”

También dejaron esta nota en el libro de firmas: “Muchas gracias por tener el buen gusto de abrir la iglesia para que disfrutemos de ella los peregrinos".      

También pasaron varios grupos de ciclistas que no se entretienen en estas menudencias de visitar la iglesia y sellar su Compostela. Pasan imbuidos de un espíritu deportivo como si estuvieran en una competición, y no sé si se fijarán en algún paisaje bonito que tiene este Camino de Santiago.

Al pasar en tres grupos unos treinta ciclistas y no pasar nadie a sellar, confieso que un poco de mal humor les dije que eran unos ateos, a lo que me contestó uno de los últimos del grupo que adelante iban dos ciclistas que eran frailes dominicos.

Ante esta evidencia no sabe uno que pensar si es más fuerte el ánimo de pasarlo lo mejor posible en un grupo deportivo que hacer el Camino con un poco de espíritu reflexivo, que dicen los buenos peregrinos es indispensable para hacerlo y de que dan fe muchos peregrinos andantes.

Claro que no se puede meter a todos los ciclistas en el mismo saco pues he observado que los que pasan en grupos pequeños se detienen más.

Se escuchan opiniones de que los ciclistas hacen el Camino con menos concentración y no debían compararse con los que lo hacen a pie.