sábado, 18 de julio de 2009

PEREGRINOS A SANTIAGO

Siguiendo con las agradables sorpresas que nos da este camino, comentaré que el pasado 18 de Junio pasó por Moratinos una excursión de peregrinos alemanes.
Por los signos externos, como modernamente se dice, eran tan ricos en años como en su situación económica. Según nos contó el conductor del coche oriundo de Zamora, que les apoyaba con un buen autocar, pernoctaban en los buenos paradores del Camino.
Ese día, habían partido de San Zoilo en Carrión de los Condes. Llegados a Ledigos casi todos hicieron el camino andando hasta aquí, menos dos señoras cuyas facultades físicas no les permitían hacerlo a pie.
Después de casi dos horas llegaron todos bastante cansados, pero animados, para seguir haciendo el camino a trozos. Sentados a la sombra en los bancos que tenemos instalados en el atrio de la iglesia, dieron buena cuenta del avituallamiento completo que llevaban en el autocar.
A su capellán le pareció bien celebrar la misa en nuestra pequeña iglesia. Pidiendo permiso a Milagros que aquel día ejercía de cuidadora, realizaron los ritos de su religión, mucho más comunitarios y expresivos que los nuestros.
Terminados sus rezos y cánticos, muy agradecidos, continuaron el camino, que según tenían planeado querían pernoctar en la residencia que las Carbajalas tienen en León.



El siguiente día 20, que me tocó el turno de cuidador, el panorama cambió por completo, pues llegó un autocar con el conjunto de catequistas de la parroquia de San Antonio de Palencia.
¡Con qué alegría disfrutaron estos 30 niños de nuestra plaza! Por curiosidad algunos se acercaron al portal y con la idea de sus cuidadores, les fui poniendo en sus brazos el sello del pueblo.
Tan ufanos se sentían con su sello, que algunos repetían en el otro brazo y se hacían la idea que les habían hecho el mejor de los tatuajes.
A los que entraron en la iglesia les tuve que explicar el significado de las imágenes, especialmente la de San Roque, San Antón y San Isidro por su complemento de animales, que espoleaba su curiosidad infantil.
Nos fue muy grato saludar a D. Pedro, que en estos pueblos de Ledigos, Terradillos, Moratinos y San Nicolás estrenó su vida sacerdotal en los años 1999 y siguientes.
A los pocos años fue trasladado a la parroquia de San Antonio y trajo esta excursión de catequistas a estos pueblos bien conocidos por él y que recuerda con agrado.
Remató esta excursión en San Nicolás, pues decía que si les llevaba hasta Sahagún la gente menuda sería más difícil de controlar.

El día 21 observamos desde nuestra casa el paso de un grupo de peregrinos, en los que destacaba uno de buena estatura, que a pesar del fuerte calor, vestía la sotana y alzacuello que usaban los curas de antes.
Picado por la curiosidad me acerqué a la iglesia y comprobé que era una excursión de franceses con su cura de la congregación del rebelde Lefevre. Esta facción de la iglesia continúa celebrando la misa con el rito antiguo que puso el concilio de Trento y que aquí también se seguía hace años. El concilio Vaticano II impuso las normas que se practican actualmente en casi toda la iglesia Romana.

Desde la perspectiva de mis 82 años me fue grato recordar la misa de espaldas al público y en latín, que tantas veces ayudé en mi larga vida de monaguillo.
La misa actual dicha en castellano ha ganado en más comprensión en sus oraciones, pero ha perdido la solemnidad y el rito que el latín y el cántico gregoriano propiciaba en las celebraciones litúrgicas. También era más exigente en el trato con la Eucaristía, donde la Comunión se recibía devotamente en la boca, con una bandeja debajo para recoger la más leve miga que pudiera desprenderse de la Forma.
También en el momento de la Consagración se solemnizaba con un toque de campanilla y el público arrodillado.
Actualmente esta posición ya no se lleva y aunque la posición de firme es muy respetuosa, me recuerda cuando asistíamos en la mili a una celebración religiosa.
Tanto la misa de antes como la de ahora, con sus cambios de ceremonias, no debe influir en nuestro comportamiento en la relación cristiana con nuestros convecinos.
Estos peregrinos, que traían todo lo necesario para decir la misa, con mucha veteranía adaptaron el altar de la Virgen del Rosario que está en un lateral y se presta mejor a sus ritos.
Muy amablemente accedieron a sacarnos unas fotos de recuerdo y siguieron el camino encantados por las facilidades que les proporcionamos en este pueblo de Moratinos.



El pasado día 10 de Julio, al venir de regar de la huerta, nos sorprendió ver sentados bajo la sombra del árbol de nuestra puerta, a una numerosa excursión de peregrinos franceses, en la que los jóvenes igualaban a los mayores.
Para que descansaran mejor que tirados por el suelo les aconsejamos que fuesen a los cómodos bancos que hay en el atrio de la iglesia. Así lo hicieron y visitaron nuestra iglesia, que dentro de su pequeñez, les pareció muy cuidada y acogedora.
Los jóvenes se sentaron en los bancos delanteros y empezaron a cantar canciones religiosas modernas, incluso en español, que no podíamos seguir los de más edad.
Para dar entrada a todos, la que iba al cargo de la peregrinación, que hablaba bien el castellano, propuso cantar algo más antiguo como la salve en latín.
La animación fue tal que otros peregrinos de origen japonés oyeron el cántico desde fuera y se sumaron también al acto.
Esto demuestra que el latín conserva raíces en todo el mundo por seguir siendo la lengua oficial de la iglesia. Con su trato amable pasamos un buen rato y como recuerdo intercambiamos fotos y como agradecimiento dejaron su óbolo en el cepillo.

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