lunes, 21 de septiembre de 2009

Y LA ÚLTIMA DE CANARIAS...POR AHORA




Este último día hábil lo dedicamos a una visita pormenorizada a la capital: Las Palmas. Visitamos los barrios típicos con sus casas de piedra gris de estilo colonial, destacando sus puertas y balconadas primorosamente labradas en madera. Ésta, a primera vista, parece de nogal por su color oscuro, pero es de pino canario,
un árbol de crecimiento muy lento, por lo que su madera es durísima y poco veteada, muy apta para ser labrada.
Para conservar esta especie de pino único de estas islas esta prohibido cortar ningún ejemplar ni grande ni pequeño.
Su aspecto es desangelado con ramas caídas y escasas que terminan con unas hojas muy especiales. Tienen forma acanalada para recoger la humedad de los vientos alisios con el que forman unas pequeñas gotas que caen al suelo. Con esta pequeña humedad vive este pino austero y bien aclimatado al clima seco logrando sobrevivir casi sin lluvias.
No pudimos ver la Catedral por dentro, porque celebraban una exposición y estaba repleta de turistas. Su exterior no tiene más de notable que un extraño capricho de los ingleses, que pusieron frente a la fachada una reproducciones en bronce de las razas de perros más representativas de Inglaterra y Canarias. De estas es oriunda la raza Pardines, un can enjuto y de pelo arañado por los arbustos en las faenas de guardar las cabras.
Como contraste están las razas señoriales y de caza de los ingleses. Dicen que su afán de singularizarse y que no repitiera nadie la exposición, se llevaron los moldes donde habían sido fundidos.
En estas islas, para defenderse de los ataques piratas, edificaron muchos fuertes y defensas, entre las que destaca por su sólida construcción, el castillo de San Cristóbal.














Uno de los piratas más sanguinarios que atacaron esta isla fue el irlandés Peter Vandestein saqueando todo lo que encontró a mano. Para que le dieran todos los tesoros que tenían los canarios bien escondidos, les amenazó de muerte para que se los entregaran.
Derrochando heroísmo se zafaron del asedio y se fueron al monte con todo. En represalia, el pirata se llevó todas las campanas y entre ellas una que había de oro.
En desagravio por esto, los turistas alemanes regalaron al Cabildo canario una reproducción de la celebre campana, pero no de oro, como la robada.

El museo o casa de Colón, como todo lo que concierne a este personaje, tiene un especial predicamento de las Canarias, por ser en estas islas donde se aprovisionaba de todo, para dar el gran salto sobre el Atlántico.
En este museo tienen reunidos y bien conservados instrumentos de navegación, cartas náuticas y una pequeña reproducción de la carabela Santa María.





El patio central porticado tiene un pozo con brocal de piedra y polea de madera. Algunos, picados por la curiosidad, nos asomamos a él y se veía el agua muy profunda, acaso a más de veinte metros.
También en un rincón del mismo, sobre dos rústicos troncos de madera, hacen guardia permanente, sin nada que les retenga, dos loros de diferente color como recuerdo colombino.
La guía que nos acompañó en dos ocasiones, una chica muy simpática y de ascendencia aborigen, al pasar por delante del tosco camastro que tenía Colón para dormir en la carabela, con su acento típicamente canario nos comentaba : Colón, cuando pernoctaba en la isla, se buscaba cama más blanda en compañía de las exuberantes y bien dotadas canarias. Y como se trataba de alguna dama de las familias principales, sus celosos maridos le hacían huir con los pantalones en la mano.
Hasta en las iglesias se presume del recuerdo de Colón. En una de ellas, con gran arco románico en su entrada, con letras doradas bien visibles se lee: “En esta iglesia oró Colón”. Como la frase se presta al chiste fácil, alguien comentó: “Sería para que le perdonaran sus aventuras nocturnas”. En este ambiente de broma la guía relató lo que la sucedió con una excursión de turistas irlandeses.
Como no entendían muy bien nuestro idioma, uno de ellos al leer la frase de la puerta preguntó con mucha avaricia, que si en aquella iglesia estaba el oro que Colón trajo de América.
Lo colombino no ha podido ser mejor utilizado como reclamo publicitario.
Cerca del puerto tienen una amplia calle de buenos comercios, cuyos dueños de procedencia asiática, acosan a los muchos turistas a comprar un sin número de artículos de regalo.
Con este objeto nos dejaron un par de horas en que las mujeres se perdían entre las telas y los hombres en los estancos y casas de bebidas, buscando la ganga que la mayoría de las veces ya no existe.
A la hora convenida confluimos todos en el autocar que nos llevó al hotel para preparar las maletas.












CANARIAS 6

En este día hicimos la ruta que podríamos llamar de los barrancos, pues les hay verdaderamente espectaculares. Comprende toda la zona de la isla más elevada y erosionada, debido al enfriamiento rápido de la lava y al posterior arrastre del agua de lluvias.
Estando escribiendo estas líneas, televisión da cuenta de un accidente ocurrido en la isla de las Palmas. Un helicóptero se electrocutó contra una línea de alta tensión cuando intentaba salvar a los accidentados de un autobús de turistas holandeses que se había precipitado por un barranco.
En mi opinión, constatada hace quince días, la gran masa de turistas que se mueve a diario por las estrechas carreteras del interior, cavadas en roca viva y con muchas curvas peligrosas, carecen de las más elementales medidas de seguridad.
Si consideramos que la anchura máxima de estas carreteras es de 3,50 metros y la anchura de los autobuses es de 2,50, no hay forma humana de conducir estos largos y anchos vehículos, sin que en las vueltas ocupen la totalidad de la vía.
Gracias a que tienen bien estudiada la circulación de la isla para que ningún autobús se encuentre de cara, pues sería imposible pasar. La normal circulación de turismos, a pesar de lo prácticos que son, tienen que aguantar una presión terrible para no encontrarse con estos mastodontes en las curvas. Como conductor veterano de más de cuarenta años, admiro la pericia de estos avezados pilotos que toman toda clase de medidas prudentes, como la de alertar a los que vienen de frente pitando en las curvas o parar los turismos en las zonas más anchas.
Mas no se puede confiar en Dios temerariamente y no intentar resolver este problema. El ensanche de estas carreteras, por su escarpado recorrido sería una obra colosal. Resultaría más barato y asequible que el turismo se hiciera en pequeños minibús adaptados a las vías actuales y dejar a los autobuses solo circular por la autopista que va de la capital a Maspalomas.
Avalo esta impresión, además del actual accidente, con uno que nos sucedió el día que hicimos este mismo recorrido, donde le tocó la china a un turismo que se estrelló contra las piedras de una curva. Aunque por fortuna no hubo muertos, sí produjo un buen atasco, causante de llegar al hotel con hora y media de retraso.
Disculpadme este inciso y sigamos con nuestro relato: Empezamos la ruta por un barranco que se llama Guiniguada, que tendrá unos veinte kilómetros de largo y unos ochenta metros de profundidad media.
Como está dirigido a la parte norte de la isla, los vientos alisios le corren en toda su extensión produciendo una exuberante vegetación en sus empinadas laderas.














En el punto medio de este barranco está situado el Jardín Canario, finca muy cuidada en la que el Cabildo ha reunido multitud de plantas traídas de los más extraños sitios y apartados rincones de la tierra. Con clima tan estable y gran dedicación se han logrado aclimatar plantas y flores exóticas, cactus gigantes de las más diversas clases, con una buena y estudiada colocación de grandes árboles, dan al conjunto una sensación selvática que nos gustó mucho.
La gran afición de Raquel a las plantas se vio colmada con creces y como recuerdo saqué varias fotografías.












El cultivo de la caña de azúcar fue uno de los más prósperos de estas islas. Un pueblo grande conserva el nombre de Ingenio que era el lugar donde se exprimía la caña de azúcar para que soltara su jugo, haciéndola pasar a presión entre dos rodillos movidos por fuerza animal o mecánica.
Como este cultivo tenía el privilegio de ser exclusivo de estas islas, el azúcar era considerado como artículo de lujo exportado a las naciones más ricas entonces, como Inglaterra, Francia e Italia. En esta última, cuna de la pintura clásica, se llegó a cambiar grandes cuadros por azúcar.
Con el paso de los años, el cultivo de la caña se fue extendiendo por naciones tropicales con mayor extensión de cultivo. Al aumentar la producción, bajaron los precios, con lo que en las Canarias este cultivo ya no era rentable, quedando sólo lo necesario para la fabricación del ron.
Aunque fehacientemente no se ha podido demostrar, la opinión más generalizada es que los antiguos guanches descendían de un mestizaje de los africanos, por su tez ligeramente morena y de los vikingos, por el pelo rubio bastante frecuente.
En la actualidad, el sesenta por ciento de la población proviene de este mestizaje antiguo y el más moderno de los españoles.
En el siglo XV la corona de Castilla, temerosa de que los portugueses conquistaran estas islas, como hicieron con las Azores y Madeira, mandó una primera expedición a las ordenes de Juan Rajón, que instaló su primer campamento en lo que hoy es la capital de las Palmas de Gran Canaria.
El gran número de palmeras que allí había, hizo que llevara este nombre, pero su campamento se hacía más endeble frente a los ataques de los guanches. Por este motivo mandó cortarlas todas , dejando solamente tres para que sirvieran de guía a los barcos amigos que se acercaban por el mar.
Como la conquista no avanzaba por la tenaz resistencia de los nativos, expertos guerreros en aprovechar los tremendos barrancos existentes, Castilla mandó a Pedro de Vera, más político que el anterior, que optó por la estrategia del cerco y de promesas incumplidas.
Con la ayuda de los misioneros católicos logró colonizar pacíficamente todas las islas.
Como el turismo tradicional no tardara muchos años en desbordarles dado el auge desproporcionado que ha cogido, con vistas al futuro, ya están proyectando grandes espacios para dedicarlos al turismo y exposiciones.
También quieren aprovechar el calor geotécnico que todavía subsiste en el subsuelo, utilizándolo para aguas termales y producción eléctrica. Ya han hecho sondeos muy profundos con resultados alentadores para dar con los puntos calientes en todas las islas.
Con el espíritu emprendedor que caracteriza a este pueblo, quieren aprovechar también sus muchas costas para el cultivo de un alga autóctona, que se ha demostrado tiene propiedades curativas de varias enfermedades, en especial contra el cáncer.

sábado, 19 de septiembre de 2009

CANARIAS 5
















Siguiendo nuestro recorrido por la isla visitamos un antiguo molino de agua de las mismas características de los que había por Castilla y que tristemente hemos dejado perder.
Con objeto de hacerle una atracción turística le han puesto un piso de cristal para que se vea que el agua comprimido en la canaleta aumenta su fuerza de caída, haciendo girar al rodezno, que por un eje vertical transmite el movimiento de giro a la piedra. Esta a su vez tiene una tapa transparente y desde una tramoya se ve caer los granos del maíz tostado en el centro de la piedra circular.
Esta harina perfumada que se obtiene lo llaman bocio, que según contaba la guía, había sido junto a las “papas arrugás” el principal alimento de sus abuelos. Cuando la sequía o falta de agua
para el riego fracasaban, las cosechas que querían sacar en las empinadas y pedregosas laderas, labradas con parejas de burros, estos dos alimentos citados se convertían en extrema subsistencia.
De esta agricultura primaria, que perduró durante siglos, se ha pasado al cultivo bajo plástico y el riego por goteo.
Como aquí, la falta del agua ha sido el principal problema y los pozos y galerías de donde antes se extraía se han salinizado debido a su intensa explotación, no han tenido otro recurso que acudir a la desalinización de agua del mar.
Junto a la autopista que va desde el aeropuerto a Maspalomas, en el mismo litoral, han montado un gran complejo industrial que se parece mucho a una refinería de petróleo. Destacan sus grandes chimeneas, únicas que he visto en la isla y un complicado laberinto de columnas de condensación, donde el agua, sometida durante veinte segundos a una temperatura de cien grados, suelta la sal que contiene.
Esta operación debe consumir enormes cantidades de energía eléctrica, pudiéndose apreciar que en este complejo confluyen cuatro de las mayores líneas de alta tensión que he visto en toda la isla.
El agua obtenida por este moderno procedimiento resulta casi potable y es la de mayor consumo en el gran sector turístico y los extensos riegos. Con gran visión de futuro las únicas galerías de agua que permanecen naturales en el centro de la isla, las dedican exclusivamente al agua embotellada
En un acto de solidaridad digno de encomio, en muchos sitios apropiados han montado generadores eólicos y la electricidad que producen se la regalan a los que todavía viven en cuevas o sitios muy remotos de la isla.

Tuvimos ocasión de visitar una de estas cuevas habitadas donde había permanecido un matrimonio con seis hijos. Sólo quedaba la madre bastante mayor y ella nos explicó que según les hacía falta habitaciones cogían el pico y a picar, luego lo blanqueaban y decoraban como mejor podían. Lo que más nos extrañó es que tenían toda clase de servicios, como es el agua, el teléfono y la televisión en un sitio que costaba trabajo subir porque estaba en mitad de un barranco con paredes casi verticales.


En este mismo barranco de Guayadeque han montado el centro de interpretación de Gran Canaria.
La pervivencia de estos valores naturales y culturales ha sido posible por el aislamiento al que se ha visto sometido este espacio hasta fechas relativamente recientes. En su recorrido de unos veinte kilómetros han encontrado refugio un con- siderado número de plantas endémicas.
Este espacio natural se remonta a la época prehispánica según se ha comprobado por múltiples testimonios.




Lo que más nos llamó la atención de este centro son las grandes cuevas funerarias con sus momias,

que si bien no están hechas con la perfección y riqueza de las egipcias, por la técnica, era similar, careciendo solamente de los recursos económicos para igualarlas.
Primeramente, extraían las vísceras del difunto y le ponían a secar siete días al sol, luego, le rellenaban con plantas aromáticas que crecían en este barranco y finalmente, le cubrían con unas pieles de animales, convenientemente curtidas, y las cosían con juncos.
Siguiendo la tradición prehistórica de la arquitectura del barranco, este centro está excavado en sus laderas. En éste se puede seguir la erosión y actividad volcánica desde la ocupación aborigen y la colonización posterior.

El árbol prototipo de Canarias y que figura en su escudo es el drago, cuyo tronco no leñoso contiene bajo su corteza blanquecina abundante savia de color rojo, por lo que los guanches la llamaban sangre de drago. Con sus sustancias medicinales se curaban las heridas externas, he incluso lo tomaban para curar las úlceras de estómago.
Su crecimiento es lentísimo y cuentan que los aborígenes y muchos de sus descendientes, cuando nacía una hija, plantaban un drago y cuando pasaban los quince años que tarda en echar un nuevo brazo, indicaba que la niña dejaba de serlo, pasando a la pubertad.
Este pueblo guanche, como casi todos los antiguos, tenían una especial predilección por los niños, considerándoles el valuarte más preciado para perpetuar su estirpe.

Nos sorprendió gratamente que en un pueblo llamado Arinaga tiene en toda su calle principal unas esculturas de trecho en trecho, que representan a niños y niñas jugando a sus muchos juegos tradicionales. Contrastando con el color oscuro del bronce destacan entre unos macizos ajardinados, consiguiendo con ambos elementos un adorno humano muy original y bello.





En este mismo pueblo tienen a la entrada un buen monumento a la lucha canaria.

Según nos contaba el guía, esta antiquísima costumbre, que se parece bastante a la lucha leonesa, se jugaba por equipos de cuadrillas de comarcas o pueblos, empezando a disputarse por los luchadores de menor peso y en competición de todos contra todos acababan por los de mayor peso.
En esta lucha se agarran de la pernera del pantalón, en vez del cinto como la leonesa, y pierde el que primero toque el suelo con cualquier parte del cuerpo.
He leído en el Diario de León que quieren hermanarse estas dos luchas bastante afines. Ya se han celebrado alguna competición que por su originalidad resultó bastante espectacular y bella.
Si se vencieran los localismos egoístas de ambas regiones, con buena voluntad por ambas partes se podría llegar incluso a una modalidad casi olímpica.
Los guanches, como pueblo guerrero, era muy aficionado a toda clase de competiciones de fuerza. Hasta los pastores, para recoger sus rebaños de cabras tenían que valerse de largas pértigas que con una espectacular y peligrosa técnica, lograban vencer los escarpados barrancos tan abundantes en esta isla. El silbo canario, con su variedad de tonos y silencios, también les servía para comunicarse a lo lejos en este laberinto montañoso, como se hace actualmente con las señales de morse.
También hemos visto por toda la isla estatuas de bronce que, magníficamente, representan el titánico esfuerzo realizado al límite. En una de ellas se ve a un labrador levantando el antiguo arado romano cogido por lo más largo de su puntal.
Por la composición volcánica de estas islas su principal elemento es la piedra, por sus hendiduras surgen, como de milagro, plantas de bajo porte y mucho brote, que constituyen el alimento principal y muy apropiado para el ganado caprino.
Por este motivo, en la economía tan localizada de estas islas, el aporte de la leche, carne y cuero en la alimentación aborigen tendrían una importancia capital.
Como un homenaje costumbrista a la cabra, en algunas carreteras de la zona montañosa, han puesto, en riscos muy visibles, siluetas de este animal en diferentes tamaños posiciones y colores. Según echas la vista desde el coche, te parece contemplar un rebaño de cabras triscando entre los matorrales. Sólo vimos cabras verdaderas encerradas en un aprisco lejano.
De los cuernos de este animal se confeccionan las famosas navajas canarias, muy apreciadas por la primorosa filigrana labrada en el hueso de sus cachas.

Otro animal muy abundante es el lagarto que, por su buena adaptación al medio, aquí puede llegar a alcanzar hasta los cincuenta centímetros de largo. En las extensas paredes rocosas se les ve tomando el sol con toda tranquilidad, pues tienen muy pocos depredadores. Para que los viésemos, el guía echaba unos trozos de pan y queso sobre las peñas, forzando su salida de las cuevas para comerlo. Saque una foto pero por la falta de luz en la sima donde se hallaban casi no se aprecia su silueta que marco con un círculo.

CANARIAS 4



La excursión que hicimos por la parte norte de la isla nos gustó mucho. El clima y vegetación es completamente diferente a la del sur, a pesar de los pocos kilómetros que separan a ambas.
Esto es debido a los vientos alisios que se forman en el centro del Atlántico sobre las Azores, tienen un movimiento
circular, que era muy bien aprovechado para la navegación a vela.
Al estar tanto tiempo sobre la superficie del mar, la humedad que captan les hace circular a poca altura con lo que al llegar a las altas montañas de las islas, dejan en sus laderas la gran cantidad de humedad que llevan.
Con este aporte, la vegetación se beneficia tomando un verdor intenso, en contraste con el reseco y oscuro del sur. Con esta húmeda aportación y la temperatura constante, que nunca baja de catorce grados, toda clase de arbustos y hortalizas se desarrollan a la perfección.
El cultivo de la patata, que aquí llaman papas, es muy tradicional, y para asegurar el abastecimiento, lo escalonan para que todo el año haya producción. De esta manera pudimos ver en bancales y trozos pequeños, primorosamente labrados, algunos que estaban sacando, otros en floración y otros naciendo. La lechuga y las habas también se cultivan en pequeñas cantidades.
El cultivo del tomate fue hace años el principal aporte económico de la isla. Todavía se ven trozos de laderas que con las piedras que tenían que quitar marcaban las lindes. Por el centro de estas parcelas se ven unos canalillos hechos de piedra natural que servían para regar los tomates.
Nos parece imposible que en estas laderas tan pronunciadas pudiera obtenerse las cosechas tan abundantes, que dicen lograban, y el intenso color que ofrecían todas estas laderas hizo que la llamaran la isla verde.
Actualmente, las tomateras las tienen en terrenos más llanos, bajo plástico y regadas por goteo.
Visitamos una explotación importante de plátanos de cuyo cultivo y particularidades el guía nos dio una detallada explicación.
La platanera tiene un tallo no leñoso de crecimiento rápido, y muy débil a la corriente de los vientos fuertes que aquí se dan. Para que no se rompa su tierno tallo, todas las plataneras las rodean de un muro de bloques con intervalos regulares, para que pase solo el viento necesario.
Actualmente, para estimular el desarrollo y maduración, casi todas las plataneras las cubren con plásticos laterales y el techo con malla fina para que traspire y no aumente en exceso la temperatura.







viernes, 18 de septiembre de 2009

CANARIAS 3

Hoy hicimos una excursión de medio día para ver las poblaciones más cercanas a este hotel que incluye la parte sur de la isla, la más dedicada al turismo.
Por una autovía de una complejidad enorme en su construcción, pues logran pasar un sin número de barrancos, horadando túneles y construyendo viaductos elevados, se llega a Puerto Mogán.
Esta población estaba dividida hace años en dos núcleos diferenciados, el de interior que vivía de la agricultura y otro junto al mar que era de pescadores.
Al surgir el fenómeno del turismo estas dos poblaciones se complementaron. El del interior llenó de apartamentos las dos laderas escarpadas que confluyen en el mar, para abastecer la creciente demanda turística.
Los pescadores, para que nada les faltara a los turistas, fueron capaces de crear una playa artificial junto a su puerto pesquero modernizado y conservando el tipismo de sus antiguas casas.
Para que la arena de la playa artificial tuviera más aliciente, la sacaron de unas corrientes subterráneas que proceden de África que tiene un color rojizo, en contraste con las de origen volcánico casi oscuro.
Parece extraño que desde África, distante ciento veinte kilómetros de esta isla, esta arena pudiera llegar hasta aquí, pues se ha demostrado que el color rojo no puede tener otro origen.
Desde puerto Mogán la autovía discurre por unos acantilados elevados bordeando el mar, ofreciendo fantásticas panorámicas desde donde se aprecia el enorme esfuerzo realizado para construir espigones de grandes piedras, con que defender la apreciada arena de sus mini playas.
En Puerto Rico se dan las mismas circunstancias anteriormente señaladas y siguiendo el mar hasta Maspalomas, punto más al sur de estas islas, se ha construido un emporio turístico de primer orden.
Toda esta zona, al estar sólo a cuatro grados de la zona tropical y estar resguardada de los vientos alisios por las altas montañas del centro, tiene un clima muy seco y soleado, llueve contadas veces al año, circunstancias todas que constituyen un verdadero paraíso para los turistas.
A pesar de esta avalancha, han sabido conservar en su estado natural un pequeño oasis de arena roja entre la playa del Inglés y Maspalomas para que sirva de refugio a las aves migratorias del Atlántico .

SEGUIMOS CON CANARIAS

En el segundo día, después de escuchar la charla sobre instrucciones en el manejo del hotel se concretaron las excursiones de pago y nos dimos una vuelta para hacernos al ambiente.
Es increíble lo que el trabajo ilusionado del hombre puede hacer en una tierra tan poco apta como esta. Aquí crecen unas exuberantes palmeras gigantes, cuya altura iguala a la cuarta planta del hotel. Otras de menor talla, pero muy ornamentales, acompañan a una serie de cactus gigantes y toda clase de plantas exóticas, que con su floración casi permanente ofrecen un espectáculo sin igual.

Este hotel, oficialmente catalogado de tres estrellas, está concebido para dar al cliente el más selecto servicio. Sus habitaciones amplias y bien orientadas, grandes salones de recreo y reunión, discotecas y salas de bingo, casi al aire libre, donde los clientes pueden jugar tendidos entre muchísimas hamacas sobre las que, con verdadera avaricia quieren recoger el preciado tesoro de este sol canario.
También, tienen dos canchas de tenis reglamentarias y una mini pista de golf con la correspondiente sauna y masaje. Las cuatro piscinas están reguladas por profundidad, desde las infantiles hasta las de más de cuatro metros de fondo.
Como novedad, funcionan dos jacuzzy perfectamente equipados, en los que no faltan usuarios primerizos.
El amplio comedor, que es capaz de servir el buffet hasta a mil doscientas cenas diarias, atiende a los clientes de las mil seiscientas camas disponibles, mantiene durante tres horas un variadísimo menú de platos, con algunos hechos a la plancha y asados en el mismo comedor.
Con todo este despliegue de medios, los extranjeros que están a media pensión en el desayuno y cena reponen largamente sus fuerzas para disfrutar de los muchos atractivos que tiene esta perla canaria, como llaman aquí a esta isla.
Tocante a playas, las que hemos visto hasta ahora, no pueden competir con las de la península o Baleares. Hoy tomamos el primer baño en la que llaman de San Agustín, pequeña y mal acondicionada, con muchos pedruscos volcánicos muy molestos que te impiden pisar por ella.
Como la arena es casi negra da la sensación de que el agua está sucia y para librarte de estas arenas tienes que ducharte a conciencia.

RECUERDOS DEL VIAJE A CANARIAS

Por el club de los 60 nos reunimos en Villanubla jubilados de las provincias de Ávila, León y Palencia. El cupo de cada una de estas tres provincias es de cincuenta plazas y para completar las doscientas del aforo del avión incluyeron a otros cincuenta pasajeros.
Por tener que esperar el catering del vuelo salimos con casi una hora de retraso. Esta imprevisión molesta a casi todo los viajeros y más ahora que con la nueva reglamentación de Iberia quieren hacer de esto un buen negocio. Una cocacola cuesta euro y medio, por un té aguado otro tanto y todo el santo viaje te dan la vara ofreciéndote los auriculares por tres euros para poder mal escuchar una película insulsa y llegan a la osadía de rifar unas papeletas al estilo tómbola de feria.
Esta política nueva no creo que estimule mucho el viajar en avión, pues antes, aunque no te daban más que unos cacahuetes, el viajero no se sentía molestado todo el rato que dura el viaje.
Con un tiempo más que primaveral a las 15:20 horas salimos en dirección suroeste pasando por la perpendicular entre Oporto y Salamanca, dejando al oeste a Coimbra, según marcaba el monitor de vuelo.
Dando un leve giro al este consigue pasar por medio de las dos poblaciones de Lisboa y Badajoz. Desde este punto toma en línea recta paralela y distante de la costa africana, dejando a la izquierda la antigua posesión de España de el Aaiún.


Como Gran Canaria donde nos dirigimos es la isla más al sur del archipiélago al pasar a la altura de Tenerife se divisa, a lo lejos, el gran macizo montañoso del Teide.
Cuando a las 17:50 tomamos tierra en el aeropuerto de Gando en Gran Canaria la primer impresión que recibes es parecida a la de estar en una explotación carbonífera de Asturias, por el negro color de los desechos volcánicos que inundan y conforman toda la isla.
Parece casi imposible que la acción de los meteoros atmosféricos, con el paso de los siglos, haya podido formar la tenue capa de terreno fértil en el que viven una extensa gama de vegetales.
Sobre un amplio terreno bastante irregular han logrado hacer un espléndido parque donde está enclavado el hotel Beverly Park donde nos hospedamos.

Esta primer noche cenamos en compañía de una simpática alemana que hablaba nuestro idioma con bastante desparpajo.
Nos preguntaba que de dónde éramos los nuevos huéspedes que animábamos el comedor, hablando también el español. A pesar de decirla que éramos de tres provincias castellanas, en ningún momento mentó el castellano como nuestra manera de hablar. Un buen ejemplo para muchos que se avergüenzan de llamar español a la lengua con la que nos entendemos todos los españoles.
Paseando después de cenar por el gran jardín del hotel, como la temperatura era parecida a las noches de Agosto de aquí, los grillos y demás bichos nocturnos nos brindaban sus cánticos.
Comentábamos con Raquel y unos amigos que hacía mucho tiempo que en nuestra tierra, por culpa de los herbicidas, no se escucha este alegre concierto de la naturaleza.

lunes, 7 de septiembre de 2009

RECUERDOS DE NUESTROS TÍOS DEMETRIO Y SIMPLICIA

















Con ocasión de comentar las muchas cualidades que tenía mi abuela Patricia, olvidé una muy importante, como fue su deseo ferviente de ver a su querido hijo Demetrio emigrado a la Argentina.
Varias veces se lo expresó en sus cartas, pero mi tío como buen hijo, siempre la daba largas cariñosas, para no quitarla su ilusión.
Difícil tenía la vuelta a España, pues en el tiempo de la dictadura podría haber incurrido en el delito de deserción, que llevaba aparejado castigos ejemplares.
Para entender mejor esto tenemos que remontarnos al año que mi tío entró en quinta. Como entonces debía sobrar gente para el Servicio Militar, asignaban un cupo de excedentes.
Este cupo favorecía a los que teniendo un buen nivel económico, pagaban una cota y quedaban exentos del Servicio. En el caso de mi tío Demetrio coincidió esta circunstancia con otra que le indignaba sobremanera. Tener que hacer la mili en lugar de otro quinto que era corto de talla, así llamados los que no sobrepasaban el metro y medio de altura.
Esta circunstancia fue la que le impulsó a realizar la idea de emigrar, pues según mi abuela, se obsesionaba con decir que no estaba dispuesto a ir a la mili por ningún corto.
Con mucha determinación y pocos medios estuvo trabajando en casa de un comerciante de paños que tenía familia en San Nicolás y regentaba un buen comercio en Oviedo llamado Germán.
Cuando logró algún dinero, se enroló en un buque mercante en el que hizo la travesía hasta Buenos Aires, donde empezó su nueva vida.
Grande sin duda sería el apoyo emocional que le deparó encontrarse con una chica llamada Simplicia también emigrante, que procedía de un pueblo cercano al suyo llamado Celada, con la que se casó y tuvo sus cinco hijos.





























Para los jóvenes quisiera explicarles el ambiente que existía tanto en San Nicolás como en Celada. Eran estos pueblos de labradores de pequeñas propiedades que malamente sacaban de la tierra lo suficiente para subsistir.
Entre estos pueblos limítrofes existió siempre cierta picadilla, que en el mejor de los casos se limitaba a poner apodos criticando algún defecto. En el caso de San Nicolás donde yo nací nos llamaban “raposos”, por el carácter introvertido que dicen que teníamos y a los de Moratinos donde me casé les llamaban “canónigos” por ser más extrovertidos.
En el caso de Celada, pueblo también muy pequeño, se da la circunstancia de que están tres pueblos tan cerca que en las mañanas planas se pueden oír cantar los gallos del uno al otro pueblo.
Aquí tampoco podía faltar la tradición de motejar expresando la situación económica de cada uno, según su posición en un pequeño valle afluente del Valderaduey. Sotillo está junto a este río. Joara a quinientos metros y Celada a un kilómetro más arriba.
Muy tradicional era la cantinela puesta simbólicamente en el canto de los gallos. Los de Celada dicen que cantaban “NECESIDAAAD, los de Joara “NO TAAANTA” y los de Sotillo “JODERSE, QUE TENGO EL PAPO LLENO”
Si he contado esta anécdota ha sido para expresar el ambiente reinante en pueblos pequeños, agravado en este caso por la cercanía.
Durante la escasez que sufrimos después de la guerra civil, mi tío Demetrio nos mandaba unos grandes fardos de acaso un metro cúbico, con toda clase de tejidos, confecciones, prendas de naylon que por aquí apenas había, colecciones de carretes de hilo y un sin fin de cosas que el pensaba que nos serían útiles.
Y efectivamente en el primer envío, que llegó un poco saqueado, se aprovecharon varias prendas casi como nuevas, que en aquellos tiempos de escasez se aprovechaba todo.
El segundo envío llegó casi desvalijado, en vista de lo cual mi padre le dijo que no mandara más, ya que su buena intención la frustraban los diferentes medios de transporte por los que debían pasar estos envíos tan lejanos.
En el año 1940 nos mandó una foto con los siete miembros de su familia, dedicada cariñosamente a su hermano Timoteo. En ella dice: “Dedicado a mi querido hermano Timoteo, en prueba de cariño. Tu hermano Demetrio Celada. 28/8/1940 República Argentina.”



















De gran alegría y comentarios nos sirvió esta foto, pues comprobamos que en esta familia como la nuestra abundan las mujeres. En la de mi padre cinco mujeres y un varón y en la de mi tío casi empatamos, cuatro mujeres y un varón.
También pudimos apreciar el gran parecido de sus hijas con las de tía Eusebia y Victorina, hermanas de mi tío Demetrio. También su parecido al de mi padre, con aspecto más cuidado por no haber trabajado en el campo, como lo hizo mi buen padre.
Pero lo que más nos impactó fue el gran parecido de mi tía Simplicia con su hermana Fausta, cosa por otra parte muy natural, pues los genes de las familias no entienden de distancias ni de océanos, manteniéndose indelebles en lo que duren nuestras vidas.
La familia que aquí formó esta hermana también fue numerosa y coetánea de la nuestra, teniendo que afrontar también la etapa más difícil pasada la guerra civil.
Dios aprieta pero no ahoga y en el presente estas familias numerosas son motivo de orgullo para todos sus componentes, pudiendo disfrutar del apoyo de los hermanos con los que los que se creció y se pasaron los mejores años de la niñez, que se recuerdan con nostalgia y cariño.

RECORDANDO VIEJAS LABORES DEL CAMPO



Acabo de venir de ayudar a barrer el solar de una buena trilla de garbanzos que mi pariente Manolo ha logrado cultivar.
La idea de sembrar una finca de dos hectáreas no ha podido ser más prometedora y novedosa, pues aquí el cultivo del garbanzo se hizo siempre en pequeñas cantidades para el consumo casero.
En estos tiempos en que los cereales tienen un precio ruinoso y los fertilizantes tremendamente alto, esta iniciativa pudiera ser un complemento importante para las explotaciones de cereal.
Hace ya bastantes años que el cultivo de la lenteja era aquí tan importante como el cerealista. La lenteja pardina, también llamada de Riaño, estaba muy bien adaptada a este terreno, lográndose unos rendimientos medios de ochocientos a mil kilos por hectárea, según la meteorología del año.


















Su comercialización también era buena, pues existían en esta región varias empresas que limpiaban, esterilizaban y empaquetaban toda la producción de esta zona, lográndose unos precios bastante aceptables.
Pero desgraciadamente, cuando se generalizó el uso de herbicidas, este cultivo desapareció, pues la lenteja, aunque se desarrollaba a simple vista casi normalmente, cuando llegaba la floración se marchitaba la flor y no cuajaba la vaina.
Este experimento de la familia González sembrando una finca de dos hectáreas de garbanzos puede ser interesante. Si como parece, a esta leguminosa no le afectan los herbicidas podría haber en nuestras explotaciones cerca de un siete por ciento de su totalidad que fuera tierra idónea para este cultivo pudiéndose lograr una producción como en este caso de unos mil kilos por hectárea.
Dado el estancamiento de la actividad cerealista, este ensayo es digno de elogio y precursor de otros muchos que había que hacer, si no queremos que la pequeña explotación muera asfixiada por las grandes multinacionales que controlan los precios.
Estas operaciones de trilla y aparve para nuestros vecinos Rebeca y Patri han sido un espectáculo novedoso que acaso no hubiesen visto nunca. Se interesaron mucho por saber los materiales de que están hechos los trillos, la composición y origen de las escobas de aujeras y demás utensilios de estas faenas.














Una trilla tan grande de garbanzos acaso no se haya dado nunca en estas eras y festejando la novedad, nos reunimos casi todos los vecinos para barrer el solar que entre todos fue dicho y hecho.
Para festejar esta espontánea reunión, la familia González nos obsequió con unas botellas de refrescante sidra que quitó de nuestras gargantas el polvo de la faena.
Hace pocos años se están montando comercializadoras de productos ecológicos. En Castilla y León se ha montado una que se denomina Tierra de sabor que gestiona la introducción de sus productos, bien seleccionados y con plena garantía, en las grandes cadenas de alimentación.








Estas no dudan, si el producto es genuino, en venderlo con un sobreprecio comparado con los productos corrientes.
Con esta mejora del precio se podría compensar las labores de selección y empaquetado de estas y otras leguminosas que pudiesen ser tan rentables como el antiguo de las lentejas.

PROMESAS DE PEREGRINOS



Reanudamos la temporada del blog después de un descanso estival. En este caso se trata de tres promesas hechas a otros tantos peregrinos que pasaron por estos campos siguiendo la estela de Santiago. Para todos ellos, los muchos que pasan por Moratinos, un recuerdo y una palabra de ánimo y de aliento.




Estimadas Maica Prado, Maria Isabel y Begoña González: Como lo prometido es deuda os he puesto en internet para que veáis lo bien que habéis salido, cosa natural en chicas como vosotras.
Deseando recordéis las ilusiones de este viejo castellano, os saluda.
Modesto Celada.

Apreciado Sr Montoro: Lamento que la foto que te prometí poner en internet no sea de la calidad de las que sacaste de la iglesia de Moratinos.
Con afecto Modesto.















Constante peregrino americano: Como recuerdo de tu agradable paso por Moratinos pongo tu foto en internet, alabando tu ilusión de llenar varias compostelas de sellos en los que estará el nuestro.
No todos los peregrinos harían tu gesta de andar cuatro kilómetros por recoger una compostela que dejaste olvidada en esta iglesia.
Esperando que el taxi que te llamó mi esposa, cumpliera con tus deseos.
Un recuerdo de Modesto.