domingo, 27 de noviembre de 2011

ECOLOGÍA Y SALUD











Organizado por las Escuelas Campesinas de Palencia tuvo lugar el pasado 24 de Noviembre en Arenillas de San Pelayo un encuentro de todos los mayores de los pueblos de esta zona y pueblos agregados.















De verdad que por diferentes causas hacía muchos meses que no acudíamos a ellos. Se nota la gran vitalidad de esta agrupación, pues en el patio trasero de este antiguo monasterio han instalado un huerto ecológico con los cultivos tratados con el más moderno sistema, no utilizando productos químicos.










Según declaraciones de nuestra presidenta Tere, han logrado en esta campaña toda clase de hortalizas y frutos muy buenos, logrando conseguir tomates de casi un kilo y manzanas de singular tamaño.
En un ángulo del patio de entrada hicieron también un cobertizo donde se resguarda un horno al sistema tradicional, con hornija y campana hecha con adobes, que antes se llamaban de horno, con forma trapezoidal, para mejor formar el bajo arco de la campana.
Además de estas novedades el paso del tiempo parece que aumenta la necesidad de saludar y comunicarse con esta gran familia de mayores, que hemos logrado formar.
Estos encuentros mensuales nos sirven también de estímulo para llevar mejor las carencias que la vejez lleva consigo.












La entusiasta profesora de educación física, María, nos dio una amena e instructiva charla sobre la mejor manera de sobrellevar y enmendar en lo posible las muchas deficiencias físicas, que el paso de los años indefectiblemente deja en nuestro cuerpo.
Nos recomendó que nunca hiciéramos gimnasia en frío, sino después de dar un paseo u otro método adecuado, que pusiera nuestros músculos relajados para cualquier ejercicio.
Este debe de ser siempre suave y progresivo y en consonancia con nuestra edad, si no queremos que por exceso se convierta en perjudicial para nuestra salud.
Si la gimnasia es siempre beneficiosa en toda edad, mucho más en la nuestra para contrarrestar el acartonamiento, que la vida ociosa y sedentaria trae consigo.
Al final hubo demostraciones prácticas por parte de nuestra dinámica profesora y de algún entusiasta, que nunca falta.
Salimos muy contentos de la charla y con el buen propósito de hacer todo lo que nos había mandado María.
Con un buen refrigerio terminó este encuentro, viniendo satisfechos cada uno a nuestro pueblo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

LA FIESTA DE LA MACHORRA





















Como muchos no entenderán esta palabra empezaré por explicar su significado y luego recordaré la gran tradición que existía en muchos pueblos de esta comarca por celebrar, a cual mejor, esta celebración.
El aprovechamiento de las hierbas y rastrojeras del campo fue siempre un complemento importante en toda explotación agrícola, a tal punto que no había pueblo que no tuviera varios rebaños de ovejas.












Como estos animales, normalmente, no se reproducen más que con una cría al año, es fundamental para la conservación del rebaño que haya los menos fallos posibles en la fertilidad de las hembras.
Este fallo, relativamente pequeño en el porcentaje del rebaño, es el que daba el nombre de machorra a la oveja que no podía parir un cordero y tenía que ser desechada.
Para no hacerlo precipitadamente, el buen ganadero esperaba al menos dos años para estar seguro de esta anomalía, tiempo en que la oveja, al no perder reservas con la cría, engordaba más que las demás, circunstancia que se aprovechaba para sacrificarla con óptimos rendimientos cárnicos para su consumo en la fiesta de la machorra.
Con cuanta añoranza me vienen a la memoria los recuerdos de mi adolescencia, pues desde muy antiguo se celebró en San Nicolás esta fiesta mitad pagana y mitad cristiana.

En la noche del Día de Todos los Santos se tocaban las campanas, como víspera de la conmemoración de los difuntos, muy recordados en aquellos tiempos.
La víspera se reunían los mozos para comprar una o dos ovejas que se mataba para que estuviese preparada para el día siguiente. Como pretexto para esta reunión se guisaban y comían como aperitivo los menudos de la oveja que eran la asadura, callos y patas.
La tarde del Día de Todos los Santos se la partía en trozos y se reservaba como un kilo del cuarto trasero, lo más cercano al rabo por lo que se llamaba “la raba". Dos mozos, en nombre de los demás, ofrecían al Sr cura este obsequio, como tributo o permiso para tocar las campanas durante la noche.
En esta ceremonia era cuando se pagaba la cuartilla, “la cuarta parte de un cántaro de vino” equivalente a cuatro litros. Pagué esta patente, junto a otros jóvenes de 16 y 17 años, para ser admitido entre los mozos del pueblo, con sus derechos y obligaciones.
Uno de los derechos era el de poder participar en lo que pagaba el padrino de boda, si la novia era del pueblo y el novio forastero, “por llevar la moza.”





















Como obligaciones principales de todo mozo era pagar a escote lo que cobraban los tamboriteros el día de la fiesta y llevarlos a comer por turno a sus casas.
Como novatada, los mozos entrantes tenían que ser ayudantes de los mayores, proveyendo de leña y los ingredientes, fregando al final los cacharros.
Se guisaba la carne en dos grandes cazuelas; y coincidía que los dos mozos que se encargaban de la preparación habían sido en la guerra cocineros. Doy fe de que habían aprendido bien el oficio, pues el guiso resultaba muy bueno.
Las mozas daban una vuelta por curiosidad y probaban el plato, y casi siempre se extrañaban de lo bien que lo hacían los mozos, pues en aquella época los hombres no cocinaban.
Estas dos cazuelas se colocaban sobre una mesa alargada y rodeada de bancos, en los que nos sentábamos; y, alargando la mano con el cubierto, pinchábamos las tajadas. Para llevar algún orden y que nadie abusara mientras se bebía, uno de los mayores ponía un trozo de pan dentro de la cazuela, lo que indicaba que se declaraba coto.
Si algún desaprensivo se aventuraba a seguir comiendo, una lluvia de cubiertos caía sobre su mano, además de la reprobación general. Una vez que se había bebido con tranquilidad, se quitaba el trozo de pan y se seguía comiendo.
Terminada de comer las primeras cazuelas, los novatos se encargaban de fregarlas, para guisar las segundas, que solían comerse a la media noche. Para matar el tiempo, unos jugaban a las cartas, otros contaban chistes y otros tocaban las campanas cada cierto tiempo.
Ya casi amaneciendo nos retirábamos a descansar a casa, pues al día siguiente no era festivo y había que trabajar.
En Moratinos también por aquellos años me han dicho que se celebraba esta fiesta con alguna pequeña variante.













Era tradición consumir un licor perfumado que se llamaba “membrillada”que procedía de la cocción de los membrillos para obtener su exquisito dulce casero tan apreciado. En estas fiestas de los santos coincidían con la recolección de estos frutos, que el tibio sol del otoño ponía a punto en su maduración. Esta es tan prolongada como los años de vida del árbol que los produce.
En los antiguos huertos familiares no podían faltar los viejos membrillos que algunos decían tener cien años. Es tal la fuerza y rusticidad de sus raíces que en algunos viveros se la usa como pie franco, donde se injertan toda clase de frutales con excelentes resultados.
También es muy decorativo, pues sobre el verde intenso de sus hojas destaca el color amarillo puro de sus frutos.
Pero volvamos a nuestra tradición, que con el paso de los años y la pérdida de juventud debido a la emigración, poco a poco fue languideciendo y terminó por no celebrarse.
Mas he aquí que el año pasado con muy buen criterio, dos entusiastas de Moratinos quisieron rehabilitarla, y con el apoyo unánime de todos se logró una fiesta muy animada que a todos nos gustó.
No importó que el tiempo estuviera desapacible, pues con unos plásticos se cubrieron los vanos del pórtico de la iglesia, que se convirtió en un amplio comedor, donde disfrutamos de la carne bien cocinada de una machorra, con varios complementos de postres, tartas y licores, que voluntariamente aportamos.














Como guardábamos un buen recuerdo, este año con el pretexto de celebrar la jubilación Manolo y Eduardo y sus quintas Leandra y Marina que pasan temporadas con nosotros, quisieron sumarse a la celebración, asumiendo la parte económica del gasto.
Este año tuvimos mejor suerte que el pasado, pues el Día de Todos los Santos estuvo espléndido por lo que en medio de la plaza se montó una mesa para unos cincuenta comensales.


























Esta gran concurrencia se debió a los que trabajan fuera y vienen estos días a visitar las tumbas de sus mayores pasando unos días con sus familiares.
¡Que sensación tan agradable se siente al saludar a todos los conocidos, que aunque sea por poco tiempo aumenta nuestro mermado censo de habitantes cotidianos y ver al pueblo rebosante de vida, como los mayores muchas veces lo recordamos con nostalgia!
Para no tener que comprar tanto plato desechable cada uno llevamos nuestro plato y cubierto. Se sirvió primero un abundante plato de carne con patatas, que me hizo recordar a los que antes se tomaban para desayunar en el tiempo de sementera.
Como habían preparado cuatro buenas perolas pudo repetir todo el que quiso. De segundo se puso chuletas a la plancha, hechas en la misma plaza, que resultaron muy buenas, pues habían tenido dos días de maceración.
Para que no faltara ningún detalle también se sirvió escarola y fruta para el postre. La repostería fue muy rica y variada según el gusto y arte de las vecinas que llevaron sus tartas de excelente calidad. Al final no falto el café y chupitos de diferentes licores.





















Como véis un convite en toda regla, que gustó mucho a los que por primera vez participaron, en especial a nuestros vecinos Daniel y Martina. Bruno participó además con una rica tarta de estilo italiano.
Esta comparación que he hecho de las dos fiestas, la de antes es un fiel reflejo del nivel de vida que entonces había, y que felizmente ha cambiado ahora en todos los órdenes de la vida.
Pero lo que se muestra inalterable en el tiempo es la innata necesidad que el hombre tiene de comunicarse con sus semejantes.

viernes, 4 de noviembre de 2011

CONFIRMACIÓN DE JÓVENES EN CISNEROS

El pasado 29 de Octubre el Sr. obispo de Palencia administró el sacramento de la Confirmación a 38 jóvenes procedentes de los pueblos que pertenecen al arciprestazgo de Cisneros y algunos más de otros pueblos.

















Como pocas veces se ve juntos a tantos jóvenes, reconforta comprobar el gran cambio que se ha realizado en esta última generación, tanto en lo físico, pues son altos y bien plantados, como en su educación general, pues todos los que leyeron alguna petición lo hicieron con muy buena entonación y oficio.
El primero que lo hizo fue mi nieto Víctor encargado de la presentación y saludo a los asistentes. También se confirmaron su hermana Esperanza y sus primos Alberto y Fernando con María, amiga de Esperanza de San Nicolás.












Como recuerdo les saqué una foto en conjunto con los demás confirmados y el Sr obispo, en la que los tres primos salieron bien, pero Esperanza salió casi tapada por la cara de su hermano Víctor. Para subsanar este fallo saqué a mis nietos solos con el fondo del retablo.














Por desgracia este grupo de jóvenes cierra un ciclo en la vida de este pueblo, pues después de ellos no ha nacido ningún niño en 16 años.
El Sr Obispo, de una estatura media, se sirvió de un escalón próximo y tuvo que estirar el brazo para ungirlos y darles el cachete cariñoso con que les despide.
Antes, como nos confirmaban más niños, nos asustaban con un latiguillo que decía: “Soy el obispo de Roma, para que te acuerdes toma.”
El simbolismo de este amable cachete creo que era para confirmar nuestra fe y hacernos soldados de Cristo, que como los soldados y caballeros antiguos recibían el ritual espaldarazo.


















La ceremonia se efectuó con buen orden según nos ensayó nuestro cura-párroco D. Gaspar y el Sr obispo dedicó una sentida plática a los confirmados y a todos los asistentes.
Esta bella iglesia realzó la ceremonia, pues su interior está lleno de verdaderas maravillas.















El artesonado central es majestuoso, al que acompañan los cimborrios de las capillas laterales con preciosos dibujos geométricos rellenos de buenas pinturas.
Grandioso es también el retablo central, dedicado a San Facundo y Primitivo, con varios niveles de pinturas, enmarcados en filigranas de madera policromada.
En un lateral preside el conjunto un crucifijo de gran valor.























En suma, otra joya más que tiene esta alargada provincia de Palencia de Norte a Sur.


Debemos sentirnos orgullosos de tener muchos monumentos de inestimable valor artístico. Procuremos promocionar todo este singular reclamo turístico, para que esta región sea más conocida y pueda salir de este letargo general que tanto daño nos hace.
Con la colaboración familiar de los confirmados y del pueblo de Cisneros se sirvió un vino español a todos los asistentes, que llenamos el amplio salón que el Sindicato Agrario tiene en su planta superior.
Con las primeras horas de la noche concluyó esta celebración, que por haber estado la iglesia en reparación, no se pudo celebrar antes.
Esta circunstancia ha contribuido a que el número y edad de los confirmados sea mayor, lo que ha ayudado mucho a que esta ceremonia resultara completa y muy emotiva, que será recordada con agrado por todos los asistentes

martes, 1 de noviembre de 2011

EL TRABAJO Y LA PRODUCTIVIDAD

















Estos dos conceptos son complementarios pero se diferencian en que el segundo es relativamente moderno y el primero es consustancial al hombre desde que permanece sobre la tierra.
Al trabajo se le ha considerado siempre como un castigo bíblico y como tal la condición humana ha procurado prescindir de él lo más posible.
Pero sin el trabajo no podemos atender las necesidades que nos impone nuestra propia existencia y se ha procurado con excusas mejor o peor planteadas que lo más duro de él lo haga otro.








Desde la más remota antigüedad existió la esclavitud, que no es más que la explotación del hombre por otro hombre. Aunque nos parezca la cosa más aberrante que pueda existir tardó muchos siglos en ser abolida de una manera general.
Aún hoy en día el interés de la clase dominante se resiste a perder sus privilegios y todavía en el África más profunda, la padecen doce millones de seres humanos.
En la vida moderna se usan métodos más sofisticados para poder eludir los peores trabajos, inventando muchas ocupaciones y empleos de cuello blanco que nos pueden parecer imprescindibles, pero que en el fondo no son más que excusas para mejorar nuestra vida.
Esto puede parecer muy radical pero se dan muchos casos que confirman lo expuesto.












Yendo a Palencia hace ya bastantes años, estaban renovando el colector de su Calle Mayor. En ambos lados de la zanja se apostaban no menos de diez señores bien equipados de cascos en sus cabezas y manos repletas de planos.
Picado por la curiosidad me acerqué a la zanja y no ví más que cuatro operarios que chapaban en el agua poniendo las nuevas tuberías.
No dudo que estas u otras obras requieran el asesoramiento técnico necesario, pero no en la proporción que allí se daba, pues eran el doble los asesores que los trabajadores.
Este abuso se ha llegado a generalizar tanto que la productividad de muchas empresas está por los suelos. España en un ranking de ciento cuarenta países ocupa el puesto ciento diez y nueve seguida de Italia con el ciento veintitrés y Grecia con el ciento veintiséis. Con la actual crisis las tres tendrán que hacer una reforma laboral a fondo, si quieren ponerse al día, suprimiendo muchos puestos de privilegio.
En cambio la pequeña Suiza ocupa el primer puesto pues, según me han contado un emigrante que estuvo allí, es gente muy trabajadora que a las cinco de la mañana ya están cuidando sus ganados. Después de un día de intenso trabajo, para aprovechar las largas noches invernales, las compañías relojeras les mandan las piezas sueltas de los relojes para que ellos las monten.










En cuanto a la duración de las horas de trabajo diré que hace años la implantación de las ocho horas supuso un gran avance para los trabajadores, pues suponía la reglamentación de las horas del día en tres partes, ocho horas para el descanso, ocho para el ocio y ocho para el trabajo.
Con el paso de los años para más comodidad y tener las tardes libres se va imponiendo en ciertos sectores la jornada continua.
Esta implantación creo que ha de tener menos aceptación que la anterior pues se está debatiendo volver a la jornada partida para aumentar la productividad.
En todo trabajo físico como el de la agricultura, la construcción, la minería y otros muchos la parada al medio día para comer y descansar es indispensable para reponer fuerzas y seguir rindiendo en la tarde como durante la mañana.



















Incluso en trabajos más intelectuales la jornada de ocho horas rígidas se harían insufribles, pues además de la media hora reglamentaria para tomar un refrigerio, las últimas horas son un continuo ir y venir a las máquinas expendedoras o a la cafetería.
Según mis hijos dedicados a la enseñanza las materias fuertes como matemáticas, física y química y otras, las tienen que dar por la mañana a primera hora, pues los alumnos en las últimas horas de la jornada continua ya no rinden como en las primeras.
Con esto se demuestra que la jornada continua no es tan provechosa como nos quieren hacer creer.
Las nuevas normas que se dictaron sobre el trabajo podían haber sido útiles pero de su buen uso se ha pasado al abuso, y cada ver son más las tretas que se inventan para escabullirse de él.
Tratando de poner freno a esto, el Estado y las empresas imponen mecanismos para corregirlo. Para evitar llegar tarde al trabajo se impuso el fichaje automático de entrada.
El uso de la ventanilla se quitó porque muchas veces la cerraban sin venir al caso, tomando un descanso adicional y convirtiendo la oficina en un pequeño casino.
La conversión de las oficinas abiertas cara al público tuvo efecto al principio. Hace pocos días que hice en Palencia unas gestiones y noté que, en especial en las últimas horas de la jornada, las oficinas pierden más de la mitad de sus funcionarios, quedando sólo uno o dos que tratan de cumplir el trámite lo mejor que pueden.

















Contra toda esta picaresca ya en 1901 un avispado norteamericano inventó la cadena de montaje con lo que el trabajador queda fijo en su trabajo, se deshumaniza y se convierte en un autómata.
Creo que con este método los patronos se pasaron de frenada, pues el hombre como ser viviente tiene sus necesidades ineludibles y nunca debe emparejarse con el mecanismo frío e incansable de una máquina.
Muchos comentaristas tildan a este método como trabajo basura y creo que no van descaminados.
Hace ya muchos años que vi la película Tiempos Modernos en la que el gran cómico Charlot hace una fuerte critica de este método. Sin apenas usar la palabra logra hacer reír y razonar al espectador conformando una película muy difícil de olvidar.












A pesar de esta controversia se ha llegado a formar una cantidad ingente de funcionarios, especialmente en la administración del Estado.
Muchos economistas sostienen que con la mitad de ellos se lograría los mismos resultados.
La Sra Cospedal ya lo ha demostrado suprimiendo de un plumazo 500 liberados sindicales.
Sobre esta palabra os puedo contar que hace ya unos cinco años en las vacaciones del Inserso coincidimos varias veces con un matrimonio muy majo de Palencia con el que tuvimos una buena amistad.
Contándonos nuestras vidas comentaban, con el natural orgullo de padres, que ellos tenían un hijo que se había colocado muy bien, pues en un matadero industrial donde trabajaba le habían nombrado liberado.
En aquellos años esta palabra me sonaba a chino, pues se había usado muy poco. Al venir a casa consultando libros me enteré que “liberado” era un agente del sindicato en la empresa, que para ejercer sus funciones se “liberaba” del trabajo pero no del sueldo, convirtiéndose en una carga para la empresa que tenía que pagarle, sin producir ningún beneficiov>








De estos oportunistas dicen que hay 50.000 en toda España de los que se podía prescindir como se ha hecho en Castilla la Mancha.
Hay también otros muchos organismos que tienen una función similar a otros. Esta duplicidad está haciendo mucho daño a muchos autónomos, que para legalizar sus empresas tienen que pasar por el calvario de lograr el permiso de todos estos funcionarios.
Estos, para testimoniar su cometido, muchas veces exigen requisitos descabellados fuera de toda lógica, que hacen trizas la ilusión de todo autónomo por abrir pronto el negocio.
Desgraciadamente sufrimos un caso en mi familia al abrir una clínica en Palencia. El amigo Bruno como ya he contado en la crónica de su albergue, sudó tinta para abrir su albergue y muy recientemente le pasa también a mi vecino Daniel para abrir el hostal que acaba de construir en Moratinos.
Muchos autónomos tienen que arriesgarse a abrir sus negocios sin tener todos sus papeles en regla, si quieren empezar pronto a recuperar su inversión.
Con una gran propaganda Castilla León nos quiere hacer creer que con la ventanilla única se acaban estos problemas, pero como habéis visto en estos casos todo sigue igual que antes.>