domingo, 29 de mayo de 2011

SUBIDA AL MONTE TORO Y MENORCA ARQUEOLÓGICA























El jueves hicimos la última excursión a este monte, máxima altura de la isla. Desde sus 357 metros sobre el nivel del mar, se puede apreciar todo el contorno de la isla.
Por una pista serpenteante se puede llegar en autobús hasta la cima que aprovechan las telecomunicaciones para la instalación de antenas.
En una céntrica plaza se levanta una bella columna rematada por la imagen del Corazón de Jesús. A sus pies campea el escudo actual de España.
En el poco terreno que queda de la cumbre existe un convento, que según la guía, no tiene en la actualidad más que siete monjas.






















Abierta al público tienen una bella iglesia que adorna sus paredes con valiosos tapices antiguos. En artístico retablo se venera la imagen de Nuestra Señora Del Toro.






Este santuario también tiene su leyenda: Cuentan que dos monjas querían subir a la montaña y no encontraban el camino facil para hacerlo. Se les apareció un toro con las pezuñas de plata, que les fue enseñando el camino, hasta que se paró donde hoy está levantado el santuario que lleva su nombre.
Desde entonces las monjas le regentan, pues aprovechando el tirón del turismo, aneja a la iglesia tienen la consabida tienda de objetos religiosos, cuya venta las ayudará a subsistir en esta altura
solitaria.
Después de esto dimos una vuelta por los yacimientos arqueológicos, que alguno data de 1500 años antes de Cristo. Estudiando estos asentamientos se ha llegado a la conclusión que los antiguos habitantes vivían en núcleos que no pasaban de 500 personas.
Los romanos y los godos los descubrieron y conservaron llegando hasta nuestros días, además de la naveta de Tudons de la que ya he hablado, varias taulas que por su forma llaman mesas, pues consisten en una piedra vertical que sostiene a otra horizontal.




































Al día siguiente viernes salimos del hotel a las nueve para coger el avión en el aeropuerto de Mahón. Entre los trámites de facturar, maletas y el pase de seguridad se nos hizo mediodía ya en el avión.
Nos dieron un cátering con el que llegamos bien a Villanubla y posteriormente a Palencia.
A las cuatro llegamos a Moratinos satisfechos de haber conocido detalladamente la mayoría de los atractivos de Menorca.

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