domingo, 15 de enero de 2012

INVENTOS DE DOBLE FILO


















Cuando escribí sobre las semillas transgénicas me quedé con ganas de haber dicho algo sobre la vida de nuestro premio Nobel Severo Ochoa, que en el año 1959 compartió el premio de fisiología y medicina con su mejor discípulo el norteamericano Arthur Kornberg por haber descubierto el A.D.N.



























Este descubrimiento ha revolucionado las teorías de los que intentan descubrir el origen de la vida y ha servido para alcanzar el tratamiento eficaz de muchas dolencias de la humanidad.
Este gran científico, después de formarse en varias universidades españolas, marchó a Estados Unidos donde consumió sus mejores años de investigador. Esta costumbre que parece endémica se repite ahora gastando el dinero para formar talentos y no tenemos empresas donde demostrar su valía.



















Volvió a España cargado de premios honoríficos mundiales para presidir la fundación Carmen y Severo. Según propia confesión quiso perpetuar la memoria de su esposa Carmen, que fue fundamental en su carrera de científico.
Murió en 1993 a los 88 años. Luarca, su pueblo natal, en reconocimiento de su orgullo luarqueño le dedicó un soberbio panteón donde ambos reposan.
Este monumento ocupa el lugar preferente en un hermoso cementerio llamado La Atalaya.














Está situado frente al mar en una suave pendiente, donde el inmejorable mármol blanco de todos sus panteones, brilla al atardecer reflejado en las limpias aguas del Cantábrico.
Quedamos tan impresionados al visitarlo ya hace tres años, que aunque me parece una patochada, dije a mi esposa Raquel: "Con cementerios como este parece que se quita el temor a la muerte”
Otro caso de invento, que aunque más conocido no deja de ser ejemplar, es cuando Alfred Nobel, perteneciente a una familia sueca de grandes químicos, inventó la nitroglicerina.





















Debido a la peligrosidad de su manejo logró, después de muchos ensayos, inventar la dinamita, menos peligrosa en su aplicación.
Con la fuerza expansiva bien empleada de ésta logró, con las muchas empresas de construcción y arranque de troncos que tenía, reunir una gran fortuna.
Los últimos años de su vida los pasó atormentado porque su invento, mal empleado, podría contribuir a que las guerras fueran cada vez más sangrientas.
Queriendo compensar este peligro fundó el patronato de los premios Nobel, que reparten el día 10 de Diciembre, en conmemoración de su muerte, varios premios entre los científicos, médicos, gobernantes y todo aquel que haya contribuido de manera efectiva en la paz y progreso de la humanidad.
Fue tal el montante de su fortuna y lo bien administrada que la dejó, que sólo gastando los intereses del capital reparte cada año los premios mejor dotados económicamente del mundo.
No se puede negar que estos inventos son un avance en el proceso de la humanidad. Pero cuando el hombre pone la mano sobre estos avances siempre trata de sacarles el máximo provecho económico posible, sin tener en cuenta si es bueno o malo su aplicación en determinados casos.
Uno de estos, como ya he contado, es el uso que se da al A. D.N en la obtención de los transgénicos tan polémicos, y que están causando un empobrecimiento de muchas especies.


















También en los seres vivos se ha tratado de manipular con el dichoso A.D.N como lo demostró el proyecto de la oveja Dolly.
Esta fue el primer mamífero clonado a partir de una célula madre de la ubre de una oveja y un óvulo que llevaba la información genética.
Al principio sus promotores creían que esta oveja clonada tenia las cualidades de una natural, pero enseguida se vio que estaba muy lejos de esto.
Empezó a envejecer prematuramente y los ensayos para su reproducción no dieron los resultados deseados, pues su descendencia era más deficiente que la madre.
Enrabietados por el fracaso los promotores determinaron matarla, para ver si analizando su cuerpo lograban aclarar el misterio de su fracaso.
Después también se hicieron ensayos con vacas, cerdos y ranas con resultados similares.
Ante la atemorizante perspectiva que se llegaran a producir dobletes clonados de personas, estas técnicas han sido declaradas como profanación genética, que pudieran traer graves perjuicios para la humanidad.










No quiero ni pensar lo que haría un loco de estos si lograra unos millares de clones manejables a su sola voluntad y dotados de las armas mortíferas que hoy existen.




Debemos confiar que la naturaleza se encargue de guardar el secreto de la concepción de los seres vivos y la germinación de las semillas.

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