martes, 14 de agosto de 2012

VEHÍCULOS DEL CAMINO

El ferviente deseo de hacer el Camino inventa el modo de hacerlo aún para los impedidos, que siempre cuentan con la meritoria colaboración de familiares o amigos.
A primera hora pasó un minusválido que era llevado en una silla de una sola rueda, supongo que para evitar al máximo el roce con el suelo, con dos manillas que portaba el conductor a modo de carretilla.
Para ayudar a este tiraba del conjunto con un arnés otro peregrino que hacia de tractor, consiguiendo entre los dos llevar al impedido cómodamente sentado.
A media mañana pasaron cuatro ciclistas portugueses Pablo y su hijo Junior con dos amigos José y Diego. Visitaron detenidamente la iglesia y me dejaron su foto para que les pusiera en mi blog.


 Comentamos los muchos y bellos palacios que levantaron sus antepasados, intrépidos y valientes marinos, que navegando por todos los mares del mundo lograron inmensas fortunas, especialmente con la ruta de las especias. Emulaban por gastar su fortuna en levantar en su querido Portugal cual a cual mejor palacio o monumento.
Más recientemente han logrado construir espléndidos y largos puentes que son el orgullo de esta nación pequeña en su origen, pero que tuvo colonias muy prósperas por todo el mundo.

Cerca ya del mediodía pasaron dos hermanas madrileñas Ángeles y Cristina García, que portaban unos ramitos de flores silvestres recogidas en el Camino. Con mucha devoción las pusieron en el altar de la Virgen del Rosario y en el de San Roque.





 Este detalle me gustó y las recomendé que pusieran esto en el libro de firmas. Ángeles puso “traido florecillas” y Cristina “con flores a la ermita”
¡Qué sensibilidad la de estas dos madrileñas, que durante el Camino aprecian el encanto de las flores silvestres! Nosotros, acostumbrados a ellas, apenas nos damos cuenta de su belleza.
Por haber pasado muchos peregrinos y ponerles el sello a todos no pude sacarlas una foto igual que a los primeros de la carretilla.
Como recompensa a su buena obra he sacado unas fotos de las flores y de los altares donde ellas las pusieron. 





       

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