miércoles, 27 de agosto de 2014

BODAS DE ORO EN SAELICES DEL RÍO

     
         

El pasado 23 de Agosto del 2014 celebraron sus bodas de oro Salva y Flora que además de tener parentesco con nuestra familia, Flora es cuñada de mi hermana Flor, la amistad ha sido recíproca remontándose a los lejanos años en que mi padre vivía en Barcelona, hasta el día de su muerte supe que hizo buenas migas con Salva.
Si la amistad hay que demostrarla con hechos, en día tan señalado no podía faltar la presencia de tres de mis hermanas, sobrinos y demás familia.

Cuando llegamos se notaba que el pueblo de Saelices estaba de fiesta. La puerta de los contrayentes estaba engalanada con una florida enramada. Tres tamboriteros de Vanecidas con dulzaina, bombo y tamboril tocando alegres dianas por todo el pueblo convocando a un buen número de personas delante de su vivienda.
Al asomarse Flora por una ventana fue obsequiada con muchos aplausos igual que cuando lo hizo Salva a la puerta de su casa.
Con este ambiente festivo emprendimos la ida hacia la iglesia. Abrieron la marcha los novios. Ella vestía un precioso traje malva combinado con zapatos de tacón alto y el tradicional ramo de flores en la mano. Él con un impecable traje oscuro, camisa blanca y la imprescindible corbata.


Detrás de ellos iban los tamboriteros entonando alegres marchas, siguiendo detrás todos los acompañantes a la ceremonia.

La iglesia, bien adornada, lucía un conjunto de columnas y bóvedas cruzadas de mucho valor. La pátina del tiempo ha quedado marcada en los hermosos retablos que la adornan. En conjunto la hacen muy acogedora con naves laterales y coro alto.
La misa fue concelebrada por tres sacerdotes presididos por el párroco que, con una potente y bien timbrada voz, dirigió los muchos cánticos religiosos que amenizaron la ceremonia.
La homilía que desarrolló especialmente dedicada a los contrayentes, valorando el gran mérito que tiene vivir juntos los cincuenta años de casados afrontando mutuamente tanto los días de alegría como los de tristeza que en todo matrimonio normal acontece.
Desde el coro un grupo sinfónico formado por clarinete violín y violonchelo entonó a la entrada de los novios la marcha nupcial. Después de la comunión interpretaron una preciosa composición. A primera vista creí que este grupo era profesional pero después supe que eran familiares de los novios, y que como buenos aficionados a la música intentaban formar un grupo, que no dudo tendrá mucho éxito.

Al terminar la misa, Tere de León, sobrina de los novios les dirigió un panegírico muy bien redactado, al que dio las gracias Salva naturalmente emocionado.
Después de la consagración, los tamboriteros tocaron una marcha que según me dijeron se titula “la marcha de los seises” Con todos estos aditamentos la ceremonia resultó muy solemne y amena, y a la salida los novios recibieron la tradicional lluvia de arroz.


Después de la misa se celebró “el pica pica” en el que Salva había puesto todo su empeño para que no faltara de nada, como así sucedió.
En un amplio patio del teleclub se había montado un mostrador con toda clase de tapas y bebidas. Frente a este, y a la refrescante sombra de unos árboles, se situaron los tamboriteros que no pararon de tocar animados bailes que abrieron los novios y acompañaron los demás invitados.

He de confesaros que a pesar de los muchos años que tengo, la perfecta interpretación de muchas canciones de mi juventud me animaron a marcar un pasodoble con mi hermana Dioni.
Me fijé también en un detalle que antes no traían los tamboriteros. Sobre la dulzaina llevan un pequeño soporte para poner las partituras con la música que el dulzainero leía las notas de la canción interpretada y que repasaba mentalmente al principio de cada una.
Mucho me alegra que este instrumento musical tan tradicional en esta zona se deje de tocar a oido como se hizo siempre y entre en el conjunto de instrumentos para que los compositores escriban buenas melodías y se perpetúe y actualice este singular instrumento.
En un ambiente tan animado las horas pasan sin sentir hasta que llegó el autobús que llevó a los invitados al banquete y traerles después de él. Parece que esta buena costumbre se va imponiendo y puede evitar muchos accidentes dando al aficionado a las bebidas más libertad para disfrutar del banquete.
Tanto Raquel como yo os damos la más cordial enhorabuena deseándoos que viváis muchos años más. También os damos las gracias porque con ocasión de vuestras bodas hemos recordado con mucha ilusión las nuestras, y como dicen que la ilusión nunca debe perderse, el recordarla es fundamental para llevar la vida con esperanza y alegría

1 comentario:

Rosaluz dijo...

Gracias poe este bonito detalle.....desde bustillo hemos visto en el bar de vicenta las fotos y nos ha gustado mucho ....salva se ha emocionado ...eternamente gracias...rosaluz.