viernes, 25 de junio de 2010

CRÓNICA DE PEREGRINOS
















Como el año pasado, la Junta de Castilla y León ha querido que las iglesias del Camino de Santiago permanezcan abiertas esta temporada de verano, para que las puedan visitar los muchos peregrinos que recorren el Camino en este año Santo de 2010.
El día 17 de Junio pasaron por Moratinos cinco peregrinos madrileños muy simpáticos. Por las mochilas tan ligeras que llevaban, les incluyo en el grupo que yo llamo medio peregrinos, pues hacen el camino apoyados por algún vehículo que lleva sus pesada mochilas de un punto a otro determinado.
Esto no es óbice para que tenga su mérito el hacer el camino con el espíritu de superación y sacrificio que imprime en el animo a todos los que lo transitan.
Con el acento urbano nato que caracteriza a los habitantes de la gran ciudad, me comentaron al llegar que si todos los sembrados de cereales por los que habían pasado eran de trigo, por aquello de que a esta tierra se la llama “de pan llevar.”
Disculpando su poca experiencia les dije que la mayoría de los sembrados son de cebada, pues ya hace bastantes años que sustituye al trigo por su mayor producción. Aunque en el conjunto de una extensa zona se puede calcular que se siembra de trigo un quince por ciento del terreno aproximadamente.












Entrando en esta pequeña iglesia me rogaron les explicara la simbología de los animales que acompañan a las imágenes de San Roque y San Antón, con las que se habían hecho un pequeño lío.


















Delante del camerino muy logrado y revestido de cristal de San Roque, se ve que el perro que esta erecto a su lado lame la herida que tiene en la pierna producida por la temida epidemia de peste que asoló a vastas regiones del mundo a finales del siglo XIX y principios del XX. Declarado defensor universal contra la peste, desde entonces no hay casi ningún pueblo de esta zona que no tenga su imagen votiva, que ensalzaban con la correspondiente cofradía que regulaba los cultos en su honor.
Con respecto a San Antón, el gocho que sentado acompaña a la imagen del Santo, es signo que le representa como patrón y bienhechor de los animales domésticos tan necesarios para la profesión del labrador. Todavía hoy en muchos lugares, el día 17 de Enero que se celebra su fiesta, sacan a bendecir a todas las mascotas de la casa.



















Antes cuando se labraba con mulas se las llevaba a la procesión para bendecidlas. Iban todas muy engalanadas con sus mejores aperos, y los esquiladores tenían a gala hacer, sobre sus traseros, bonitos ramos, hechos con figuras triangulares muy variadas y bien logradas.
Lo que yo llegué a conocer fue la bendición que se hacía en la misa con cestas de maleta que contenían cebada para la alimentación de las mulas, un trozo de pan para que librara a los perros de la rabia y un pocillo de sal para la buena salud de las personas.















Actualmente todavía en algún pueblo se conserva la costumbre de mantener un cerdo entre todos los vecinos cuya matanza se dona a alguna institución benéfica, o se reparte entre los más necesitados del pueblo. Esta costumbre debe ser antiquísima pues en un libro, que me regaló un librero de Sahagún, escrito por Vicente M. Encinas, vecino de Grajal de Campos que lleva por título Las Leyendas de Turrutalba donde se recogen muchas de estas costumbres que se remontan a la dominación romana..
A pesar del mucho tiempo trascurrido, estas leyendas se han trasmitido de padres a hijos. Esta costumbre ya se menciona con todo detalle. Se le colgaba una campanilla para que al sentirla salieran los vecinos con las sobras de comida de las que se alimentaba.
Mas cuenta la leyenda que hubo un año de mucha necesidad y un pobrete pensó que con la matanza del cerdo podía pasar un año a lo grande. Engañó al cerdo para que saliera del pueblo y lo mato, más cuando se vio harto le entraron unos dolores atroces, de los que murió confesando su grave pecado.
Ya véis con el respeto que se trataba a este animal, que abusaba de la tolerancia general y se metía en los sitios más inverosímiles. Creo que de entonces proviene la frase que dice “Se parece al gocho Antón”, cuando una persona quiere estar en todos los sitios.
Pero volviendo a nuestro relato diré que donde no tuvieron ninguna duda nuestros peregrinos fue, como buenos madrileños, para identificar a los bueyes de San Isidro, cuya imagen no falta en ninguna iglesia de aquí como patrono de los labradores.
En el libro de visitas nos dejaron unas frases muy ingeniosas. Mercedes escribió: "Descanso en tierra de Campos, tierra llana, abierta y fértil." Fátima puso: "Esta grata visita a la tierra de Campos según palabras de Modesto. Precioso camino lleno de amapolas". Y Jesús me dedicó unas palabras de agradecimiento por mi información.
Después de una amena charla me preguntaron donde podían comer, y les recomendé la Casa Barrunta de San Nicolás, donde creo les trataran con el esmero que siempre esta casa dispensa a sus clientes.








Accedí a su petición de sacarles una foto, y cogieron la direcciónde mi blog, para comentarlo con sus amigos cuando llegaran a Madrid.

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