En estas ocasiones es cuando más se echa en falta no saber algún idioma, para poder entenderte con todos.
No fue pequeño el castigo, que según la Biblia, impuso Dios a los orgullosos constructores de la Torre de Babel, pues no hay nada másf rustante que una persona se dirija a ti y no sepas contestar a sus demandas.
Verdad es que por señas también se puede comunicar algo, pero no con la perfección de la palabra, don que sólo podemos disfrutar los hombres.
La Peña Ciclista Els Tortugues de Palma de Mallorca llegó con diecisiete componentes, bien sudados por el esfuerzo aunque sólo era media mañana cuando llegaron. Me llamó la atención la edad bastante avanzada de la mayoría de sus componentes y su buena organización. Mientras unos repasaban minuciosamente las bicis, uno se encargó de los trámites de poner el sello en todas las Compostelas y registrarse en el libro de firmas. El equipamiento de sus bicicletas era impecable, su cambio de marchas bien engrasado y los sillines de moderno diseño tienen como una hendidura longitudinal que les debe de hacer muy cómodos. Esto, junto al culotte de seda que todos traían les servirá de buena prevención para la común lesión de pompi, que los que hemos montado en bicicleta sabemos lo molesto que es.
Me preguntaron por el patrón de la iglesia y al decirles que era Santo Tomas creían que me refería al de Aquino. Al aclararles que era Santo Tomas apóstol, se quedaron un momento pensativos y dijeron: "Si claro, el incrédulo" y reímos todos su ocurrencia.
La iglesia les pareció pequeña, pero muy bonita y cuidada. Se marcharon decididos a hacer el final de etapa en Mansilla, que no dudo habran logrado con su buena organización.
Luego llegaron dos suizos y cuatro italianos, a los que no pude atender más que por señas.
Después de cuatro alemanes que venían por su cuenta y con las mochilas voluminosas de auténticos peregrinos, llegó una excursiónde la misma nacionalidad que vivían en la ciudad de Augsburg con veinticuatro componentes. El que venía como jefe, que sabía algo español, pidió permiso para cantar y rezar dentro de la iglesia, lo que hicieron con mucho recogimiento, siguiendo un libro devocionario que todos traían.
En vista de que casi se llenó la iglesia les di las luces para que leyesen mejor y se realzara la ceremonia. Al marchar miró uno la nota de mi blog que figura en la puerta de la iglesia y quisieron sacarse una foto conjunta que deseaban pusiera en mi blog.
Les agradó mucho cuando les dije que un vecino de este pueblo vivía en Alemania, con tan buena integración que tiene en su familia un matrimonio mixto.
No quiero cansaros con la relación de los peregrinos de varios países que pasan por aquí todos con el espíritu de superación, que este bendito Camino imprime. Al final de la tarde anoté cincuenta visitas a la iglesia, a las que se pueden añadir otras cuarenta que no se detienen, unos porque no quieren poner el sello, otros llevan prisa para que no les moleste el calor y alguno por convicciones personales que debemos respetar.
1 comentario:
Jajaja, si en la foto de los ciclistas a uno le conozco!!
Que pequeño es el mundo!
Un besazo desde Palma.
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