A las 6 de la tarde y con media hora de retraso, salimos de Alicante con un ambiente casi primaveral en un avión de tipo medio impulsado por dos reactores.
Las casas de las urbanizaciones cercanas al aeropuerto brillaban al sol con sus fachadas blancas y los tejados de teja árabe de color rojo.
Los grupos más compactos lo formaban grupos de chalets solitarios y otros adosados de color blanco que simulaban con su diferente altura las vértebras de una oruga subiendo por la suave pendiente de su emplazamiento.
Al tomar altura quedamos envueltos en una nube compacta que se disipó al poco tiempo. Desde arriba se aprecia el color blanco de las fincas de tierra caliza, tachonado de núcleos urbanos situado en suaves valles.
Los altozanos tienen un color un poco más oscuro que las fincas de labor, en forma de bancales serpentean las laderas para su mejor laboreo.
Más adelante surge la zona de labrantío total con parcelas de figuras irregulares y caprichosas que denotan la falta de concentración parcelaria. La tierra por su color pardo oscuro parece
más productiva que la que pasamos anteriormente.
A pesar de mi posición privilegiada junto a la ventanilla pasamos por una zona de espesas nubes que nos impidió la visibilidad durante un rato. El capitán nos informó que pasábamos sobre una zona de Albacete, dejando a nuestra izquierda Madrid y a nuestra derecha Bilbao y que volábamos a una altura media de 1600 metros.
Las casas de las urbanizaciones cercanas al aeropuerto brillaban al sol con sus fachadas blancas y los tejados de teja árabe de color rojo.
Los grupos más compactos lo formaban grupos de chalets solitarios y otros adosados de color blanco que simulaban con su diferente altura las vértebras de una oruga subiendo por la suave pendiente de su emplazamiento.
Al tomar altura quedamos envueltos en una nube compacta que se disipó al poco tiempo. Desde arriba se aprecia el color blanco de las fincas de tierra caliza, tachonado de núcleos urbanos situado en suaves valles.
Los altozanos tienen un color un poco más oscuro que las fincas de labor, en forma de bancales serpentean las laderas para su mejor laboreo.
Más adelante surge la zona de labrantío total con parcelas de figuras irregulares y caprichosas que denotan la falta de concentración parcelaria. La tierra por su color pardo oscuro parece
más productiva que la que pasamos anteriormente.
A pesar de mi posición privilegiada junto a la ventanilla pasamos por una zona de espesas nubes que nos impidió la visibilidad durante un rato. El capitán nos informó que pasábamos sobre una zona de Albacete, dejando a nuestra izquierda Madrid y a nuestra derecha Bilbao y que volábamos a una altura media de 1600 metros.
Al pasar la cordillera Cantábrica, no sé si por llevar menor altura o por aclarar la atmósfera, pudimos observar la singular belleza de sus escarpados picos cubiertos de nieve.
Enseguida apareció marcada sobre el fondo marino la península de la Magdalena y la playa del Sardinero. El conjunto urbano de Santander aparece un tanto desparramado por el amplio contorno que abarca incluyendo su puerto comercial y de recreo y su zona industrial
marcado por sus humeantes chimeneas.
marcado por sus humeantes chimeneas.
Pasado este conjunto hacia el Oeste, han aprovechado una zona llana para ubicar su aeropuerto de porte moderno y bastante importante para la pequeña comunidad que presta sus servicios.
Al atardecer el verde de los prados se hace más intenso y en muchos de ellos recién segada su abundante hierba. En las laderas destacan las casas blancas donde habitan los propietarios del terreno, que siempre han vivido de la ganadería, ahora muy diversificada con ganado
caballar y lanar, pues el vacuno que siempre abundó en esta zona no pasa por sus mejores momentos.
En el recorrido de autobús hasta Palencia pudimos apreciar la gran labor de ingeniería que han hecho para traspasar la cordillera con varios túneles modernos y bien iluminados.
Como complemento de los túneles
Al atardecer el verde de los prados se hace más intenso y en muchos de ellos recién segada su abundante hierba. En las laderas destacan las casas blancas donde habitan los propietarios del terreno, que siempre han vivido de la ganadería, ahora muy diversificada con ganado
caballar y lanar, pues el vacuno que siempre abundó en esta zona no pasa por sus mejores momentos.
En el recorrido de autobús hasta Palencia pudimos apreciar la gran labor de ingeniería que han hecho para traspasar la cordillera con varios túneles modernos y bien iluminados.
Como complemento de los túneles
muchos valles profundos son sorteados por airosos viaductos que facilitan enormemente el tráfico.
Su duración hasta Palencia que antes era de cuatro horas, con estas mejoras ha quedado reducido a la mitad.
8 comentarios:
Hola Modesto, no os perdeis ni una...
Me gusta que disfruteis de vuestra jubilación,la teneis bien merecida.
Vengo del Baúl de Laika para hacerte una visita, un saludo.
Modesto, he puesto tu libro en mi blog y les hablo de ti a mis seguidores.
Puedes entrar a leerlo en "Baul de laika"
Mi amigo Mamé, ya te ha puesto un mensaje...
Hola modesto, aqui tiene otro visitante desde el sur para visitar tu blog...Un saludo TONY
También yo llego desde el baul. Maripaz es una emisaria eficaz.
Pues me añado a los visitantes que vienen del blog de Maripaz, esa excelente mujer y estupenda mujer llena de sensibilidad.
Modesto me encanta tu modo de escribir y describir esos momentos de tu viaje en avión y autobús por parte de la península. Espero que nos iremos conociendo y así haciendo amistad. Un fuerte abrazo desde Madrid.
jeje aquí venimos desde el Baúl de Laika a curiosear :)
Menudo viaje...Hay que aprovecharlo si señor. Vengo del blog de Maripaz, es amiga de mi madre. Somos de Guardo, aunque no vamos mucho, la última vez porque gane el premio provincial de relatos de guardo 2009
Si no ya casi no vamos...
Un saludo de un palentino en Benidorm
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