sábado, 5 de diciembre de 2009

PARQUES Y JARDINES

Buenos Aires está adornado con muchos parques y jardines,trazados casi todos con la moda francesa imperante entonces en nuestra Europa. En ellos no falta el complemento de las estatuas como
“Las Nereidas”grupo escultórico de Lola Mora realizado en mármol de Carrara y granito rosado. Hasta aquí también ha llegado el pletórico Torso Masculino de Botero.
Una de las últimas obras ideadas por el argentino Eduardo Catalano que representa una gigantesca flor de aluminio y acero, cuyos pétalos se abren según avance el día. Por la noche es también muyvistosa, pues a pesar de estar cerrada, se aprecian sus finos pistilos iluminados.















En el sitio más despejado de un gran parque esta el planetario Galileo. Aquí fue donde advertí mejor el movimiento del Sol, pues en la ciudad apenas se aprecia. A las doce se veía el Sol en lo alto,pero en el lado norte del horizonte, al revés que en nuestro hemisferio norte. Por eso aquí en Argentina es entrada de verano y en España entrada de invierno. Hablé con un nativo de aquí sobre la Cruz del Sur y me dijo que tenía un ligero movimiento de subida y bajada sobre el horizonte, pero que siempre indicaba el Sur. ¡Cuánto mirarían los antiguos navegantes al cielo nocturno hasta dar con estas dos estrellas fijas! En el hemisferio Sur se la llama la Cruz del Sur y en el Norte la Estrella Polar. En aquellos tiempos en los que no había brújula ni los modernos aparatos de orientación actuales,tener dos puntos fijos en cada lado del Ecuador sería una inestimable ayuda para navegar por la noche.
Los jardines también son muy variados con las plantas y flores que se adaptan a este buen clima aunque procedan de todo el mundo. “Las rosaledas”, que aquí llaman “rosedal”son tan distintas en colores y número que en uno de ellos cultivan 117 variedades.


























En el cercano jardín botánico se han adaptado 5000 especies de plantas. Nos llamó la atención un árbol llamado Zacaranón, que antes de echar la hoja se cubre de unas flores de color azul intenso, que contrasta mucho con el verde de los demás árboles. También vimos un árbol gigantesco que llaman Gomero, de la familia de los Ficus, con unas ramas tan largas que para que no se desgajen las han tenido que apuntalar. Creo que el diámetro de su ramaje puede sobrepasar los 40 metros.














De los personajes que se ganan la vida en estos parques el que más nos sorprendió fue el paseador de perros. En su mano y brazo lleva las correas que sujetan a una docena de perros de diferentes razas y tamaños. Después de pasearlos parte del día les va dejando en casa de su dueño. No podía faltar los afiladores de cuchillos, creo de ascendencia gallega, que con su bicicleta taller van haciendo su cometido.








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