sábado, 5 de diciembre de 2009

VISITA A UNA FINCA GAUCHA
















Casi un día pasamos en un gran rancho que era propiedad de la misma empresa francesa del hotel donde nos hospedamos. Además de una gran extensión dedicada a la cría de vacuno, tienen también caballos gauchos de estatura mediana pero de fuerte complexión con los que hacen una especie de rodeo que incluye malabarismos ecuestres.


Montan también caballos cerriles que proporcionan a sus domadores caídas espectaculares.

Sobre una piel de vaca arrastrada por un caballo invitaban a ponerse a quien quisiera de nosotros.















Como cosa típica tenían un comedor donde servían, además de otras viandas, carne de vacuno asada en unas parrillas al aire libre.







Para animar la fiesta había una pequeña orquesta en la que predominaba "un payador" que aquí llamamos trovador que con una agilidad pasmosa improvisaba y cantaba versos criticando o alabando al público que se divertía mucho riendo sus ocurrencias.


















Este lucía el traje típico de Gaucho que está adaptado a su destreza para montar a caballo: Botas altas, amplio pantalón, chaquetilla ajustada y amplio sombrero.
En su confección se emplea una piel muy fina y cara que llaman de “Carpincho” que es la piel de un roedor de gran tamaño que sólo se cría en Hispanoamérica. Como complemento alimenticio de este gran numero de cabezas, este rancho tenía una parte sembrada de cebada y avena forrajera ya casi granadas. Estas esperaban ser recolectadas en el próximo verano austral ,que comienza en Diciembre.



Cuando fuimos a este rancho, desde el autobús, vimos las inmensas llanuras de las Pampas llenas de multitud de reses pastando en la abundante y jugosa hierba que aquí crece, no sé si debido a la feracidad de esta tierra casi virgen o al clima tan lluvioso del que disfrutan. Tal vez sean los dos factores los que contribuyen a que estas tierras sean, según dicen los expertos, las más productivas de la tierra.

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